Por. Equipo editor
Recordemos que…
El sistema cardiovascular es el conjunto de órganos y vasos encargados de transportar sangre por todo el cuerpo. Está compuesto principalmente por el corazón, los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y la sangre, y su función principal es llevar oxígeno y nutrientes a todas las células, además de eliminar productos de desecho como el dióxido de carbono.
Enfermedades del sistema cardiovascular
El sistema cardiovascular, compuesto por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre, es vital para transportar oxígeno, nutrientes, hormonas y eliminar desechos del cuerpo. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son afecciones que afectan a este sistema, siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. A continuación, se explican sus tipos, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento.
Tipos principales de enfermedades cardiovasculares
Arritmias
Es una alteración en el ritmo normal del corazón. En lugar de latir de manera constante y regular, el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o de forma irregular. Esto ocurre cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos cardíacos no funcionan correctamente. Estas irregularidades pueden ser inofensivas o pueden causar síntomas como palpitaciones, mareos, desmayos o incluso problemas más graves. Las arritmias pueden tener diferentes causas, desde factores genéticos hasta enfermedades cardíacas, y su tratamiento dependerá del tipo de arritmia y de su gravedad.
Accidente cerebrovascular (ACV)
Es también conocido como ataque cerebral o ictus, ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Esto puede suceder por un bloqueo en un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular hemorrágico).
Cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno y nutrientes, las células cerebrales comienzan a morir. Esto puede causar daños permanentes, discapacidades e incluso la muerte. Los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden variar ampliamente y pueden incluir debilidad o entumecimiento en una parte del cuerpo, dificultad para hablar o entender, problemas de visión, dolor de cabeza intenso y pérdida de equilibrio. Es fundamental actuar rápidamente ante los síntomas de un accidente cerebrovascular, ya que el tratamiento oportuno puede limitar el daño cerebral.
Cardiopatías congénitas
Son defectos en la estructura del corazón que están presentes desde el nacimiento. Esto significa que el corazón no se desarrolló de manera correcta durante el embarazo, lo que puede causar problemas en el flujo sanguíneo. Estos defectos pueden ser muy variados, desde pequeños agujeros en las paredes del corazón hasta malformaciones más complejas de las válvulas o las grandes arterias.
Las consecuencias de las cardiopatías congénitas pueden ser muy diferentes, desde leves hasta graves. Algunos bebés con cardiopatías congénitas pueden no presentar síntomas, mientras que otros pueden tener dificultades para respirar, crecer o realizar actividades físicas. El tratamiento dependerá del tipo y gravedad de la cardiopatía, y puede incluir medicamentos, cirugía o cateterismos.
Enfermedad arterial periférica (EAP)
Es una afección que ocurre cuando las arterias que llevan sangre a las piernas y los brazos se estrechan. Esto se debe a la acumulación de placa, una sustancia grasa que se forma en las paredes de las arterias. Al disminuir el flujo sanguíneo, los tejidos no reciben suficiente oxígeno y nutrientes, lo que puede provocar dolor, especialmente al caminar, y en casos más graves, úlceras y gangrena.
Los síntomas más comunes de la EAP incluyen dolor en las piernas al caminar (claudicación intermitente), entumecimiento, sensación de frío en las extremidades y heridas que tardan mucho en cicatrizar. La EAP es una enfermedad grave que puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Por eso, es importante diagnosticarla y tratarla a tiempo.
Miocardiopatías
Son enfermedades del músculo cardíaco. Esto significa que el músculo del corazón se debilita, se engrosa o se estira de manera anormal, lo que afecta su capacidad para bombear sangre de manera eficiente. Imagina el corazón como una bomba: las miocardiopatías hacen que esta bomba trabaje más duro o menos eficazmente.
Existen diferentes tipos de miocardiopatías, cada una con sus propias características. Por ejemplo, en la miocardiopatía dilatada, el corazón se agranda y se debilita; mientras que en la miocardiopatía hipertrófica, el músculo cardíaco se engrosa. Estas enfermedades pueden causar una variedad de síntomas, como fatiga, dificultad para respirar, palpitaciones y, en casos graves, insuficiencia cardíaca. Las causas de las miocardiopatías pueden ser genéticas, infecciosas o desconocidas.
Endocarditis
Es una inflamación del revestimiento interno del corazón (endocardio). Esta inflamación suele ser causada por una infección bacteriana, aunque en algunos casos puede ser por hongos. Los microorganismos ingresan al torrente sanguíneo y se adhieren al corazón, generalmente a las válvulas cardíacas dañadas o a las estructuras internas del corazón.
Esta infección puede causar complicaciones graves, como fiebre, dificultad para respirar, fatiga, embolias (coágulos sanguíneos que se desprenden y obstruyen vasos sanguíneos en otras partes del cuerpo) y, en casos severos, insuficiencia cardíaca. Los factores de riesgo para desarrollar endocarditis incluyen válvulas cardíacas artificiales, infecciones recientes, procedimientos dentales y ciertas afecciones cardíacas preexistentes.