A pesar de que ya es ínfima la producción de trigo nacional, se ha registrado un nuevo bajón en los campos de cultivo de Santa Cruz, donde se ha reportado datos que agravan la crisis económica del país, y permiten pronosticar dificultades inclusive mayores. Así se confirma que la política agraria vigente durante los gobiernos del fallido Estado Plurinacional, desde hace veinte años está destinada a producir una situación colectiva de hambre o algo peor para la población.
En este caso, ahora señalaremos que este magno problema se agravó sustancialmente a partir del gobierno del MAS, encabezado por Evo Morales, que empezó dictando medidas que precisamente estaban dirigidas a dar muerte a la agricultura nacional, en especial afectando a los campesinos indígenas del altiplano.
Nos referimos a que el gobierno de Morales dictó la “Ley de reconducción comunitaria de la Reforma Agraria” y, por si fuera poco, fue puesta en vigencia mediante la actual Constitución Política del Estado Plurinacional. No solo eso, sino que, con actitud vesánica, dispuso su aplicación mediante diversos organismos relacionados con la agricultura, como el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, las oficinas del INRA, EMAPA, Ministerio de Desarrollo Productivo y otros. Sin embargo, esos organismos fueron totalmente ineficaces.
Pero, enseguida, vino el gobierno de Luis Arce que, pese a haber sido alertado oportunamente, no cambió la nefasta política agraria de Evo Morales y, por medio de sus funcionarios, no solo fue abandonada la cuestión de la producción agrícola, sino que ha sido precipitada a una crisis mayor, que ahora se la comprueba con los dramáticos hechos de la escasez de alimentos y alza de precios, amén del crecimiento del contrabando.
Ahora la crisis agrícola y de la seguridad alimentaria han llegado a su punto más agudo. La producción de trigo, entre otros, que se mantenía en nivel medio en Santa Cruz, este año ha llegado apenas a 35.000 toneladas, considerando que la población del país requiere 800 mil toneladas. Es decir que los mercados de consumo tienen ahora menor abastecimiento de trigo. Por ello se remarca que actualmente, para atender alrededor del 95 por ciento de la demanda nacional, el trigo debe ser importado de Argentina y otros países.
Culpables de esta crisis y falta de alimentos son el presidente Luis Arce, que ya estaba informado del problema, los ministros de Agricultura y Tierras, de Productividad, los que dirigen EMAPA y otros, que deben dar explicaciones por la situación deplorable de la agricultura, particularmente del occidente, que languidece y no se vislumbra una mejora a corto plazo. A la par, diputados y senadores no atendieron el asunto del abastecimiento de alimentos del pueblo y se dedicaron a escandalosas peleas y debates absurdos, particularmente los que son partidarios del evismo y del arcismo.
Empeora la crisis, cae producción de trigo
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