El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, lanzó ayer una alerta ante el posible cierre de algunos hogares del proyecto Don Bosco en la ciudad cruceña, debido a la falta de apoyo de la sociedad civil y el desinterés de las autoridades públicas.
Durante su homilía dominical, señaló que el director del proyecto, padre Octavio Sabaddin, ha informado sobre la difícil situación que atraviesan los hogares de niños, en los que la comida se consume a diario sin poder guardar reservas para el día siguiente.
“Todo lo que entra se consume. Ustedes han escuchado al padre Octavio decir que estamos pasando por momentos muy difíciles, de hecho, estamos a punto de cerrar algunos hogares”, manifestó.
El proyecto Hogar Don Bosco nació en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en 1991 bajo la dirección del padre Octavio, como respuesta a la necesidad de acoger a niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, huérfanos o abandonados, muchos de ellos viviendo en la calle. Actualmente, alberga a 600 niños y adolescentes y, a lo largo de los años, ha ayudado a miles de menores, brindándoles un ambiente familiar y una educación integral.
Leigue explicó que la situación económica del proyecto se ha visto afectada por la vigencia del doble aguinaldo, lo que ha generado un desajuste en su presupuesto. Se estima que el proyecto Don Bosco tiene una deuda de 600 mil bolivianos, lo que le impide cubrirla y garantizar la alimentación de los niños acogidos.
El prelado lamentó que las autoridades del gobierno departamental de Santa Cruz no estén atendiendo esta realidad y no se preocupen por el bienestar de los menores. “La Iglesia lo que hace es ayudar en la responsabilidad que corresponde a las autoridades civiles. La misión de la Iglesia es anunciar la palabra de Dios, es pastoral. Pero como nadie se preocupa por este grupo de niños, hemos intervenido para ayudar, esperando que las autoridades lo entiendan así, parece que no nos están entendiendo. En este momento, hay más de 30 hogares que están pasándola mal”, expresó.
Además, indicó que es incierto hasta cuándo podrán mantener esta situación, ya que toda la ayuda proveniente de las autoridades cubre solo el 20% de los gastos, mientras que el 80% lo busca cubrir la Iglesia por sus propios medios, lo que también ha reducido su capacidad de apoyo.
“Desde que comenzó el doble aguinaldo hemos estado arrastrando problemas y deudas, buscando día a día los recursos para poder alimentar a estos niños. Las autoridades nos dijeron: ‘ustedes se metieron en esto, véanselo’. Desde ahí hemos tenido problemas y estamos ahora como estamos”, advirtió.