lunes, diciembre 2, 2024
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Siete ingenieros bolivianos producen baterias de litio ”made in llajta”

La empresa ya tiene gestiones avanzadas para también instalarse en Perú, Chile y Paraguay. La escasez de dólares en Bolivia es un freno para el crecimiento para este emprendimiento al igual que la ausencia de técnicos que conozcan de baterías, las universidades nacionales están en pañales en este rubro

Somos siete ingenieros: eléctricos, electrónicos, mecánicos y mecatrónicos, todos aprendimos aquí, en Quantum Batteries, manifiesta con voz segura el ingeniero Federico Yriberry, responsable de la primera y, por el momento, única ensambladora boliviana de baterías de litio que se emplean en automóviles, motos, bicicletas, carritos de golf, sillas de ruedas, drones, patinetas e incluso montacargas… todo lo que funcione con baterías eléctricas.

La ensambladora está en la calle Chipaya de Cochabamba. En la parte delantera se halla una recepción comercial y atrás está un gran galpón donde se ve a jóvenes ingenieros armando las baterías como si fueran trajes de sastre “a medida”, de acuerdo a la necesidad particular de cada cliente.

No es una fábrica de celdas, nosotros ensamblamos baterías de litio. Todas las celdas que producía Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) nos pasaba a nosotros para que la convirtamos en baterías, lamentablemente hace dos años YLB ya no tiene celdas y por eso, actualmente, importamos de China, explica el delgado ingeniero más experimentado que ya peina canas.

Quantum Batteries produce con dos tipos de celdas, la de litio ferrofosfato y la de manganeso, niquel, cobalto. Ambas tienen diferente química y se presentan en dos formatos: cilíndrico y prismático, el primero se usa cuando se requiere poca potencia y el segundo para satisfacer mayores demandas de energía como, por ejemplo, los vehículos eléctricos o montacargas. Las capacidades de las celdas van variando: las cilíndricas de niquel cobalto, son de 2.500 a 3.500 miliamperes, las prismáticas de 75 a 200 amperes.

El Estado, el rey del Salar de Uyuni

Los empresarios privados bolivianos no tienen acceso al Salar de Uyuni para instalar procesadoras de carbonato de litio, pues el Estado es el que tiene esa exclusividad o la atribución de firmar contratos con quien considere pertinente.

El proceso en el yacimiento uyunense es convertir las salmueras en carbonato de litio, grado baterías, producto que sirve para hacer celdas. Bolivia aún no tiene una fábrica de celdas y por ello sus iniciales incursiones las realizó en laboratorios; lo que en su etapa preliminar pudo producir YLB son celdas con capa metálica de 3,2 voltios, las que deben agruparse para lograr el valor que se requiere.

El ingeniero Yriberry explica que las baterías de litio están en constante renovación por los avances tecnológicos, lo que es ventaja y desventaja, pues las baterías antiguas se descontinúan al igual que lo que ocurre con los modelos de los celulares.

Respecto a su duración, una batería de ion litio puede ser usada entre 4 a 5 años, si su empleo es diario, y una de ferrofosfato puede durar 7 años, esto va en función a la frecuencia de uso, según el experto boliviano que también indica que el costo es variable; pero que, para tener una idea, una batería para un vehículo de Qantum, de 60 voltios y 105 amperes, cuesta Bs 21.800.

Aún sin normas técnicas

Bolivia aún no tiene norma para la producción de baterías porque esta industria está en sus inicios, sin embargo, Quantum Batteries pudo lograr una certificación de Yadea, una fábrica de motos de China, por lo que esta marca puede enviar a Bolivia las partes de las motos sin batería porque ésta puede ser producida en el país.

El dólar un gran dolor de cabeza

La escasez de combustibles ocasionó un incremento de la demanda de baterías para vehículos hasta en un 50%, pero no se puede incrementar mucho la producción porque los insumos deben ser importados de China y eso, por el momento, es difícil por la escasez de dólares; por ello, Qantum Batteries, en su aspiración de crecer ya ha tomado contactos serios para instalarse en Perú, Chile y Paraguay. El nuevo puerto peruano de Chancay también es atractivo porque la mayoría de sus instalaciones funcionan con baterías de litio, las cuales, cuando requieran renovarse, serán un gran mercado para los productores de baterías de litio.

El conocimiento vale más que las instalaciones

En el mundo de los fabricantes de baterías de litio, el conocimiento ( know how) es más caro que las instalaciones. Por ejemplo, una pequeña planta de baterías puede instalarse con 15 millones de dólares; mientras que el conocimiento de las mezclas de componentes para las baterías vale 500 millones de dólares, comenta el ingeniero al ser consultado sobre las inversiones requeridas para esta industria que es liderada actualmente por gigantes industrias como LG, Panasonic, Hyundai, entre otras.

Necesitamos técnicos, no ingenieros

Quantum Batteries necesita técnicos emprendedores para crecer en el mercado boliviano, éstos básicamente deberían escuchar las necesidades de los clientes, pedirnos las baterías con especificaciones concretas y luego ir a instalar a los domicilios de los solicitantes, indica el ingeniero, quien lamenta la ausencia de capacitación en la fabricación de baterías porque ni las universidades tienen esta especialidad.

Los técnicos que se requieren no deben ser ingenieros, sino técnicos con una formación de año y medio en el tema específico, para ello ya estamos hablando con algunas universidades bolivianas para realizar capacitación. Técnicos, técnicos, necesitamos técnicos y mejor si son emprendedores, señala el ingeniero, quien cree que éstos tendrán mucha demanda, principalmente en el eje central de Bolivia porque ese negocio sí es rentable.

 

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