El Gobierno de Estados Unidos expresó su indignación tras el ataque israelí en Gaza que dejó al menos cinco muertos, entre ellos trabajadores de las ONG Save the Children y World Central Kitchen. El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, reiteró que los trabajadores humanitarios deben ser protegidos para garantizar la entrega segura de ayuda en zonas de conflicto.
Washington instó a Israel a realizar una investigación «exhaustiva y transparente» sobre el incidente y proporcionar información adicional. Save the Children confirmó la muerte de Ahmad Faisal Islim al Qadi, uno de sus colaboradores, mientras que World Central Kitchen suspendió sus operaciones en Gaza tras el ataque.
Las ONG y organismos internacionales han condenado el bombardeo en Jan Yunis, donde las víctimas trabajaban en labores de ayuda humanitaria. Este hecho subraya los riesgos crecientes para quienes asisten a la población civil en el enclave palestino, sumido en una crisis humanitaria.