La producción y la oferta de productos no está en función de amenazas, restricciones e intervenciones. Por el contrario, la realidad muestra que dichas intimidaciones generan mayor inseguridad y desánimo en el productor, además los resultados en producción de cualquier actividad económica son desastrosos, asegura la Cámara Agropecuaria del Oriente a través de un comunicado.
Desde que se restringieron las exportaciones, se implementaron cupos y se aplicaron bandas de precios en algunos rubros, el crecimiento de estos, se desaceleró a tal punto que, de ser exportadores, hoy para cubrir el consumo interno de nuestra población tenemos que importar de otros países en grandes cantidades, como ser de arroz y maíz, entre otros, señalan los productores.
“No somos partidarios de la especulación y todo lo ilegal se debe combatir, así como por años venimos pidiendo que se controle el contrabando que afecta a la producción nacional y nunca se hizo nada”, sostiene el comunicado.
La especulación se combate incrementando la oferta, pero si no hay condiciones para producir, las amenazas no harán aparecer más producto de un momento a otro.
Los productores pequeños, medianos y grandes que, junto a las familias son más de la mitad de la población y dependen de esta actividad, por lo que no es correcto que vivamos en una incertidumbre permanente, con normas que solo se prestan para la presión y la extorsión, advierten.
Al igual que los agropecuarios, miles de familias de transportistas, comercializadores de productos agropecuarios, agroindustriales y otros dependen de esta actividad.
“Bajo ningún argumento es correcto que la población tenga que pagar un alto costo de vida, por el manejo irresponsable de las políticas públicas”, apuntan.
Piden a los legisladores, no permitir que se incluya en la ley del presupuesto general del estado, la intervención indiscriminada de las distintas cadenas productivas, porque puede marcar un punto de inflexión destruyendo las mismas, en desmedro de la población.