Las fuerzas de seguridad de Georgia informaron ayer que el líder de la coalición opositora Georgia Fuerte, Alexandre Elisashvili, fue detenido acusado de presuntos delitos de persecución, uso e incitación a la violencia a medida que continúan por séptimo día consecutivo las protestas contra el Gobierno en la capital, Tiflis.
Se trata del segundo líder de la oposición arrestado en tan solo dos días, después de que el líder del partido opositor europeísta Ahali, Nika Gvaramia, fuera detenido durante una redada realizada contra la sede de su formación. Este operativo fue repetido a lo largo de la última jornada en las sedes de los principales partidos opositores del país, una medida que levantó la polémica.
El Ministerio del Interior, que explicó que en caso de ser hallado culpable de los cargos que se le imputan podría ser condenado a tres años de prisión, confirmó además que otras 18 personas fueron detenidas a lo largo de la última jornada durante las protestas.
Algunos de los detenidos fueron acusados de lanzar objetos contundentes a las fuerzas de seguridad y hacer uso de artefactos incendiarios, como bengalas o fuegos artificiales. «Se trata de actos criminales llevados a cabo por grupos violentos y ya están siendo investigados», apuntó en un comunicado.
Las autoridades estiman que el número de personas arrestadas durante las manifestaciones supera ya las 300, mientras que al menos 150 agentes de Policía resultaron heridos.
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, denunció estas detenciones e instó a sus socios a que actúen de manera «urgente» para evitar que el país caiga en el «abismo», al tiempo que sigue insistiendo en la importancia de volver a celebrar elecciones tras considerar que los comicios del pasado 26 de octubre se realizaron de forma fraudulenta.(EP)