La medida generó varias críticas en el sector exportador, que califica la suspensión como algo contraproducente especialmente por la pérdida de mercados internacionales en un contexto donde el país necesita dólares. Indican que el problema parece radicar en la cadena de comercialización, y no en la capacidad productiva del sector industrial. Por su parte, la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas aseguró que la producción interna es suficiente para abastecer el mercado nacional.
En reuniones del Gobierno con productores, distribuidores y mayoristas, se evidenció que la entrega de volúmenes habría disminuido pero los precios mayoristas no sufrieron incrementos. No obstante, las autoridades señalaron que algunos comerciantes incurrieron en agio y especulación, agravando la percepción de escasez.
La decisión de suspender temporalmente las exportaciones de aceite para asegurar el abastecimiento en el mercado interno a precios justos fue anunciada por el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, quién también indicó que la medida incluye mayores controles en las fronteras para frenar el contrabando y supervisión en la cadena de distribución para evitar especulación. Esta decisión responde a una crisis provocada por la sequía más severa en 35 años y los efectos del reciente bloqueo de 24 días, aseguró la autoridad.