En noviembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 1,45%, menor a la registrada en octubre, pero la acumulada a 11 meses alcanzó a 8,8% y la interanual a 9,5%, mientras que la inflación de alimentos a 12 meses registró 14,8%, de acuerdo con el analista económico Gonzalo Chávez.
Informó que la inflación de medicinas y remedios llegó a 8,1% y la de importados a 17,8%, que obedecen a muchas causas y que no se resuelven con medidas policíacas, controlando a las caseritas o invadiendo a productores.
La inflación en Bolivia al mes de noviembre de 2024 fue de 1,45%. La cual es menor en comparación con octubre de 0,20 puntos porcentuales. Sin embargo, es la tercera más alta de lo que va del año, aseguró el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del noveno mes de año, es 18 veces más grande al observado en enero de 2024. Por lo tanto, continúa la tendencia inflacionaria en la economía nacional.
“En cuanto a la inflación acumulada de enero a noviembre de 2024, la misma fue por 8,82%. La cual es 112 veces mayor a la registrada en enero de 2024”, sostiene.
Tanto los datos de inflación mensual y acumulada a noviembre 2024, en comparación con el mismo mes de anteriores años, es uno de los más altos en las últimas 3 décadas. (Los datos ya no se encuentran disponibles en la página del INE, serie histórica).
La inflación interanual o a 12 meses ha llegado a 9,51%, cuyo registro es el más alto de lo que va del año. Este dato también consolida que los precios difícilmente van a tender a decrecer a corto plazo.
En cuanto a la variación del IPC según división, se observa que los alimentos y bebidas no alcohólicas han reflejado el mayor cambio, con 2,59%, de hecho, es el más alto registrado desde 2018. En cambio, “la división de educación decreció en 0,05%”, explicó.
Respecto al grupo alimentos, ha tenido una inflación al mes de noviembre de 2,39%, la más alta observada desde el 2008. (No se tiene disponible más datos de años anteriores en la página del INE).
En cambio, la inflación acumulada de alimentos, de enero a noviembre 2024, fue de 11,46%. Que de igual manera, es la más elevada durante estos últimos 16 años. (No se tiene disponible más datos de años anteriores en la página del INE).
Desde el 2009 no se observaba una tasa de inflación interanual de alimentos tan alta, con una cifra de 12,30%. Los alimentos, sean producidos o importados, han subido en su precio considerablemente.
A noviembre 2024, la ciudad más inflacionaria fue Trinidad con 2,72% y la menos la Conurbación Santa Cruz con 0,62%, datos alejados de la realidad. Además, estos también están entre los más elevados registrados en comparación con las estadísticas que se tiene desde el 2009.
Evidentemente, la inflación que estamos viviendo en esta gestión 2024 es la más alta y sostenida en los últimos 29 años, a pesar que en el INE quitaron los datos de años anteriores, para realizar más análisis al respecto, la tendencia es evidente de los precios, creciente, sostenida y acelerada, aunque en este mes, según los datos observados, se desaceleró un poco.
El origen de esta inflación, fue principalmente el déficit fiscal de 12 años consecutivos, donde se estima que este año sea al menos el 10% del Producto Interno Bruto (PIB). Cayeron los ingresos fiscales, principalmente dólares por la contracción en la producción y exportación de gas natural, pero no así los gastos en esa divisa americana orientados al pago del servicio de la deuda externa y la sobre importación de carburantes, alentada por la subvención de los mismos que hace que al menos un 40% del diésel y gasolina que compramos se vaya al contrabando, actividades ilícitas y al consumo de miles de autos indocumentados.
Caída
Con la caída de las reservas internacionales en cerca al 90% desde el 2014, y con una muy limitada tenencia de dólares para financiar el gasto corriente y mantener el tipo de cambio fijo, ha puesto entre la espada y la pared al Gobierno nacional, el cual ha llegado hasta el extremo de vender las reservas de oro para seguir manteniendo el elevado gasto público.
Las medidas gubernamentales, incluso con el apoyo del sector privado, no pudieron frenar la inflación, la falta de dólares, y con una divisa ahora por encimas de los 11 bolivianos en el mercado paralelo, que hace cada vez más caro importar, producir y comercializar mercancías en Bolivia, incluso las de contrabando.
Finalmente, además de la escasez de carburantes, se sumó un paro de 24 días, con un daño económico alrededor del 1% de nuestro PIB, lo cual rompió las cadenas de producción y comercialización, elevando la presión inflacionaria en nuestro país. Algo que no se comenta mucho, es que nuestra moneda no sólo se devaluó respecto al dólar paralelo, sino también frente a monedas de países vecinos, lo cual hace barato comprar en Bolivia, vía contrabando. Asimismo, se ha informado por comerciantes de Bermejo, que los mayoristas y grandes importadores, están vendiendo directamente grandes cantidades de mercaderías de todo tipo directamente a comerciantes de Perú y Argentina, quienes ofrecen pagar un 10 a 15% más y en dólares. Esto explica el desabastecimiento de varios productos en el mercado interno y que hayan subido de precio como el aceite de cocina y lo cual hizo que el Gobierno límite sus exportaciones, grave error, ya que el problema es interno, en la comercialización, y lo que quita credibilidad y seguridad para nuestro comercio exterior.
Orígenes
A parte de lo que señala Romero sobre el origen de la inflación, Chávez apunta a tres factores que provocan que los precios en el mercado nacional van subiendo, como las expectativas de la gente, que tiene dimensión psicológica, sobre los precios de los productos; segundo el conflicto distributivo y desordenado de precios, donde cada uno se defiende a su manera, es decir, elevando precios; y por la expansión monetaria, donde el Banco Central de Bolivia (BCB) financia el gasto del Gobierno a través de créditos al Tesoro General de la Nación (TGN).