En este Siglo XXI, el estrés es el principal mal. Cada diciembre siempre trae complicaciones, porque de un modo u otro todos piensan en regalos, en encuentro con familiares o amigos, lo que hace subir las presiones sobre la economía familiar. Es el tiempo para atender aquellas obligaciones, el receso en fuentes de trabajo, los reencuentros con gente, después de mucho tiempo, lo que causa fuertes emociones, etc., que hacen que este mes sea muy particular para cada uno.
Valeria Chávez, en una nota de Infobae, dice: “el síndrome diciembre: cuáles son los síntomas que aumentan en el último mes del año” y añade “el cierre del año pone a prueba la salud física y mental. Estrés, enfermedades digestivas y cardiometabólicas se incrementan entre las comidas copiosas y el cansancio acumulado. Acudió a especialistas y hace saber una serie de recomendaciones para evitar esos problemas, pues para algunas personas representa un cierre lleno de alegría y encuentros. Para otras, es sinónimo de agotamiento, estrés y un torbellino de emociones difícil de manejar. Mientras las consultas médicas se multiplican, también lo hacen las señales de alerta del cuerpo y la mente, por los desajustes en la vida social intensa, la alimentación, las obligaciones laborales y balances personales, junto con las demandas emocionales de las festividades. Los expertos coinciden en que este período requiere especial atención y cuidado.
Chávez destaca que para el médico clínico Ramiro Heredia, del departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, en Buenos Aires, diciembre marca un pico de consultas sobre diversas dolencias físicas, como enfermedades del tubo digestivo por desarreglos alimenticios típicos de la época, que generan dispepsia e intolerancia digestiva, y pueden agravar condiciones como gastritis o el reflujo gastroesofágico. Enfermedades infecciosas, con el calor aumentan las transmitidas por mosquitos, como el dengue. Las consultas sobre vacunación, incluyendo la de la fiebre amarilla en viajeros. Enfermedades cardiometabólicas por combinación de reuniones sociales, alta ingesta calórica, alcohol, falta de sueño, agravan las condiciones el sobrepeso, hipertensión o la diabetes mellitus. “En las fiestas, las emergencias por crisis hipertensivas, insuficiencia cardíaca y arritmias se disparan”, acotó Heredia.
Por su parte, el doctor en Psicología, Flavio Calvo, introdujo un concepto sobre el malestar psicológico asociado con este mes: el “síndrome de diciembre”. Es una sensación de agotamiento físico y mental que encuentra su pico en las semanas finales del año. “Este mes parece que las exigencias laborales se hacen más intensas, los eventos sociales se multiplican, y todos quieren todo lo pendiente antes de que termine el año, además, para muchas personas, el balance del año puede generar frustración, tristeza o ansiedad”, dice. A esto se suma el impacto emocional de las celebraciones. Aunque tienen componente de alegría, también pueden reavivar conflictos familiares, extender la nostalgia por los ausentes, generar frustración cuando la realidad no coincide con el ideal de felicidad.
Para cuidar el cuerpo y la mente en diciembre, sugiere: disfrutar sin extremos, dieta medida, actividad física y descanso esenciales para cuidar la salud en las fiestas de fin de año, mantener los controles médicos al día, evitar alimentos ultraprocesados, beber bastante agua, ejercicio regular, tener conciencia y autocuidado. Ahora usted ya lo sabe y, por favor, tome sus recaudos.
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