Cuatro factores afectan a empresas constructoras

Al finalizar la gestión 2024, la construcción señala cuatro factores que afectan al sector y provoca estado de emergencia, como las deudas millonarias de entidades públicas, la escasez de diésel y divisas, además de la baja inversión pública y el incremento de precios de los materiales, insumos, equipos y maquinaria, de acuerdo con el análisis de la situación y perspectivas de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz).
En ese escenario y por la falta de condiciones para trabajar con relativa normalidad, el sector de la construcción se declaró en estado de emergencia, adelantando que de mantenerse esta situación llegarían a la paralización de las obras y a rescindir contratos, señala la entidad a través de su gerente general, Javier Arze Justiniano.
Estos factores están provocando la ralentización del sector, que está impactando en toda la economía, generando la pérdida de miles de fuentes de empleo y una estanflación. La baja inversión pública e incremento de precios de materiales afectan a constructores, sostienen los constructores.
El sector asegura que existe un estancamiento en el crecimiento del sector, cuando se compara con el mismo período de años anteriores. En el caso específico del consumo y venta de cemento, se registró una tasa de crecimiento de 2,76% en lo que va del 2024, mientras que la gestión 2023 llegó al 3,61%.
Evaluación
Los permisos de construcción, que muestran la cantidad de obras por ejecutarse, han disminuido un 33% este año, en comparación con la gestión 2023, esto considerando tanto la cantidad de metros cuadrados aprobados, como el número de permisos. Este descenso es similar al 2020 que fue provocado por la pandemia, indica el sector.
Existe una disminución general en el crecimiento del sector. El primer semestre del 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción bordeó el 3%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, continúa la desaceleración y ralentización con indicadores muy modestos. De acuerdo con la proyección de Cadecocruz y su Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED), el PIB de la construcción no superará el 1,3% al cierre de esta gestión 2024, esto considerando que la situación económica y social que vive el país anticipa un escenario cada vez más difícil y complejo.
El deterioro de la situación económica ha llevado a que, en los últimos años, la cantidad de empresas constructoras registradas sea cada vez menor. El 2024 fue el más bajo de los últimos 15 años, con un incremento de solo el 1,9%. Este es solo uno de los indicadores representativos de la crisis que afecta al sector y a la economía en general.
La inversión de las entidades públicas no es suficiente para lograr dinamizar la economía, y específicamente el sector de la construcción.
Claramente la evolución de la inversión planificada en todos los niveles del Estado también está estancada, siendo que incluso no se llegan a cumplir la totalidad de los presupuestos asignados, ya de hecho cuando se observan los presupuestos generales del Estado anualmente se ve una disminución con relación a años anteriores. A esto se debe agregar que los últimos años, la ejecución presupuestaria promedio de la inversión pública bordea el 50%.
Impacto de la escasez de dólares y de diésel
La escasez de dólares tiene un alto impacto en los costos de la construcción, puesto que entre el 60% a 70% de los insumos en la construcción son importados, además de la propia dificultad de lograr las importaciones a tiempo, también la falta de divisas provoca costos por retrasos, por comisiones en las transacciones, por mencionar algunos problemas, indicó.
Con el dólar paralelo que supera en un 60% al tipo de cambio oficial, los costos de construcción se incrementaron entre un 35% a 40%.
Asimismo, la falta de divisas ha provocado que varias obras presenten demoras en los plazos o lleguen a la rescisión de contratos (principalmente las que tienen inversión pública), ante la imposibilidad de trabajar con normalidad por la falta de diésel o porque económicamente se vuelven inviables.