Las pérdidas en el sector agropecuario alcanzan niveles históricos y se consolidan como las más altas de la última década, según el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, durante la presentación de su informe de gestión.
“Si los gobiernos creyeran en el campo, la crisis no sería una realidad. Creemos que el campo es grande”, apuntó Farah a tiempo de destacar que el campo produce futuro, oportunidades de trabajo y estabilidad.
Si se hubiera apostando al c ampo, en los últimos 20 años, no estaríamos hablando de crisis. Esta falta de visión se traduce en incertidumbre, pérdidas y amenazas de hambre.
Los años de avasallamientos y bloqueos paralizan la producción, mientras el contrabando destruye el esfuerzo del productor nacional; las limitaciones para acceder a la biotecnología frenan el desarrollo del sector.
El presidente de la CAO fue claro en señalar que si se hubiese facilitado la biotecnología la productividad se habría triplicado sin ampliar la frontera agrícola.
“La crisis no es un anuncio es una realidad, muchos productores están a línea, y si esta situación se profundiza, la crisis económica, muchos cerraran y Bolivia podría perder su capacidad de autoabastecerse, y la crisis económica se podría trasladar a una crisis social.
Dijo que se necesita abrir las puertas a nuevos eventos, como el maíz, caña de azúcar, algodón y trigo. “Este sector podría aportar 1.000 millones de dólares, con cero avasallamientos y apertura total a la biotecnología, y compromiso del gobierno para garantizar el trabajo del sector”, señaló.
EVALUACIÓN
En 2024, la sequía y falta de diésel provocaron una caída de un 18,20% del valor bruto de producción, estos dos factores afectaron a lo largo de la campaña de verano 2023/2024 y campaña de invierno de 2024. Si bien las proyecciones para 2025 es aumentar la producción, la falta de diésel sumado a los muchos problemas que afectan el sector, puede frenar dichas proyecciones, advierte la CAO.
Los problemas del sector agropecuario, lejos de terminar, se han agudizado y se suman nuevos inconvenientes como la irregularidad permanente en el abastecimiento de diésel para desarrollar las labores agrícolas de forma oportuna y la falta de dólares que encareció los insumos importados para el sector, haciendo que los costos de producción suban a niveles insostenibles para los productores en todos los rubros, sostienen los productores.
Además de los temas señalados, se suma la mayor cantidad de restricciones e intervenciones realizadas por el Gobierno en algunas cadenas productivas, además pretenden que estas medidas queden establecidas de forma permanente en la ley de PGE 2025. Esta situación es alarmante, porque fractura las cadenas productivas y lejos de conseguir una mayor oferta, incentivan el contrabando y hacen disminuir la producción local para el futuro, en desmedro de la población, lamentan.
En cuanto a las proyecciones para la campaña de verano 2024/2025, inicialmente el sector agrícola proyectó sembrar 1,7 millones de hectáreas con cultivos industriales, de cumplirse dichas proyecciones, el área cultivada pudiera incrementarse un 5,61% con relación al verano 2023/2024, motivado por el incremento de los precios de algunos rubros; sin embargo, el incremento de costos, restricción del financiamiento y la falta de diésel genera alta incertidumbre sobre la superficie que se pueda concretar hasta finales de diciembre 2025, advierte la CAO.
De continuar la actual situación de altos niveles de precios de los insumos, para el sector pecuario, la gestión 2025 se torna un escenario complejo, que con el tiempo puede inviabilizar la actividad de algunos productores, concluye la nota de prensa del sector.