El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puede volver a Brasilia a retomar el trabajo después de que los médicos hayan valorado positivamente los resultados de unas últimas pruebas realizadas ayer, tras la segunda operación a la que se sometió por un golpe en la cabeza a mediados de octubre.
«La prueba fue hasta mejor. Su estado es bueno», explicó su médico personal, Roberto Kalil, quien informó de que ya puede viajar desde ayer a Brasilia, después de haber estado pasando el postoperatorio en su residencia particular en Sao Paulo.
Kalil señaló que el hematoma de la cabeza desapareció y que la prueba consistió en una tomografía de rutina después de cirugía como a la que se sometió. Durante las «próximas semanas», el presidente brasileño contará con un seguimiento médico y se le realizarán más pruebas, sostuvo.
Por el momento, los ejercicios físicos no le están permitidos, pero sí vida normal, ya que «la parte cognitiva está perfecta, puede trabajar», explicó.
Hace una semana, Lula pasó por el quirófano por segunda vez para evitar nuevas hemorragias en la parte posterior de la cabeza en la que se golpeó el 19 de octubre durante un accidente doméstico en un lavabo de la residencia oficial.
Tras someterse a esa última intervención, el presidente brasileño concedió una entrevista en la que reconoció que pensó que todo había quedado solucionado después de la primera operación. «Me equivoqué», señaló, prometiendo que se cuidaría.(EP)