Señalando que la actual coyuntura no necesita políticos que agraven la crisis con radicalismos semejantes a “orgasmos ideológicos”, el vocero del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Manuel Morales, sostuvo que la fuerza que sacará al Movimiento al Socialismo (MAS) del gobierno, será un “bloque ciudadano amplio y diverso” junto a organizaciones políticas, no una candidatura opositora que sólo piense en sus intereses.
“Si no comprendemos la noción de que va ser esa fuerza social la que saque del gobierno al MAS, estamos perdidos, esa fuerza social es un campo bastante grande, plural, divergente y diverso”, explicó Morales durante una entrevista televisiva.
En criterio del activista, las versiones que apuntan a la extrema derecha, el liberalismo o los discursos radicalizados, como la fórmula para sacar al MAS del poder, están muy equivocados. A esto se suma que diferentes líderes políticos ya han expresado su intención de llegar a la presidencia, más allá de los anuncios de unidad.
“Estamos en un conflicto donde todos quieren ser presidentes, pero se están olvidando esa inmensa fuerza social que va ir a elecciones y va dar su voto en contra del ‘masismo’”, sostuvo Morales, acotando que se debe trabajar en esa importante base para conseguir resultados positivos en 2025.
Sobre el reciente “pacto de unidad” firmado por líderes políticos como Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y Fernando Camacho, cuestionó que nuevamente sean “los de siempre” quienes salgan a anunciar, ser la alternativa política para el país.
“Son los que siempre han manejado la vida política de la supuesta oposición desde la llegada al poder de Evo Morales, por lo tanto, no se vislumbra que este acuerdo esté planteando captar un bloque social para ser alternativa”, dijo, calificando a este proyecto de unidad como un avance, por ahora, poco sólido.
En ese sentido, también observó que varios candidatos y otro actores políticos constantemente salgan a emitir discursos enfocados en presentar, supuestas soluciones al país con planteamientos netamente ideológicos contrarios a la línea del MAS, repitiendo las mismas prácticas del “masismo”.
“La gente quiere una candidatura que no dañe al país más de lo que ya está, que resuelva el problema, no que lo profundice”, precisó Morales.
Esta semana, desde el Conade se destacó la reciente firma de un acuerdo entre líderes de oposición para garantizar una sola candidatura de unidad para las elecciones presidenciales de 2025, señalando que este paso refleja el reconocimiento de la urgente demanda de la ciudadanía por recuperar la institucionalidad para poder hacer frente a la grave crisis económica, social y política que enfrenta el país.
“Reafirmamos nuestra postura de que la verdadera unidad es la unidad de la ciudadanía, no puede limitarse a la suma de fuerzas políticas o acuerdos coyunturales. La unidad debe estar cimentada en un programa de gobierno sólido y consensuado, que garantice no solo la victoria electoral, sino también la capacidad de gobernar de manera eficaz, con una visión clara de país y con el respaldo necesario en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para impulsar las reformas estructurales que Bolivia requiere”, se expresó a través de un comunicado.
En ese marco, se propuso construir un programa de gobierno democrático y participativo, en el que la unidad de la oposición surja de un debate abierto y transparente con la sociedad civil, las organizaciones ciudadanas y los sectores sociales, priorizando la recuperación de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la independencia de poderes y la lucha contra la corrupción e impunidad.
“La ciudadanía debe ser la piedra angular de esta construcción, un proyecto que no integre sus preocupaciones y demandas carecerá de legitimidad y fuerza”, señala.
Asimismo, se indicó que la selección de un candidato único debe basarse en mecanismos democráticos, incluyentes y participativos que garanticen la legitimidad y el respaldo de la mayoría de la población. Esto incluye escuchar a la ciudadanía a través de encuestas, primarias abiertas u otros procesos que reflejen la voluntad popular.
“La unidad que se busca no puede ser excluyente ni limitada a acuerdos entre liderazgos individuales, debe ser un espacio amplio e inclusivo donde se busque un objetivo común: devolverle al país la esperanza, la libertad y la justicia”.
De igual forma, se afirmó que ganar la presidencia no será suficiente para garantizar la gobernabilidad, por lo que es imperativo construir estrategias que aseguren una mayoría sólida en la ALP, lo que además permitirá implementar las reformas necesarias para reconstruir el Estado y atender las demandas urgentes del pueblo boliviano.
Por lo señalado, se advirtió que la unidad no debe ser vista como una estrategia electoral de corto plazo, sino como un compromiso ético y político con el pueblo boliviano, donde los liderazgos estén al servicio del país y no de ambiciones personales o partidarias.
“Se deben hacer todos los esfuerzos para que una mayor parte de las fuerzas democráticas del país se adhieran a este acuerdo, que sea lo más inclusivo y participativo posible”.
Finalmente, se señaló que, desde el Conade se reafirma el compromiso de trabajar incansablemente por la defensa de la democracia, la reconstrucción de la institucionalidad y el bienestar de todos los bolivianos. “Hacemos un llamado a todos los actores políticos a actuar con responsabilidad histórica, generosidad y visión de país, priorizando siempre el interés colectivo sobre cualquier cálculo político o particular”.
Será un bloque ciudadano amplio el que saque al “masismo” del poder
> Conade destaca la firma de acuerdos entre líderes de oposición para garantizar unidad, pues es el reflejo de que la ciudadanía demanda recuperar la institucionalidad y hacer frente a la grave crisis económica, social y política que enfrenta el país. > La gente quiere una candidatura que no dañe al país más de lo que ya está, se necesita un candidato que resuelva el problema, no que lo profundice. > Advierten que la unidad no debe ser vista como una estrategia electoral de corto plazo, sino un compromiso ético y político con el pueblo boliviano, donde los liderazgos estén al servicio del país y no de ambiciones personales o partidarias.