El funcionamiento del aparato estatal está en riesgo debido a la dependencia del crédito externo, cuyos recursos están destinados al gasto corriente en el que está incluida la compra de combustibles a precio internacional que, en los últimos años, aumentó por el incremento de diésel. Durante este año la cifra pasó los 3.000 millones de dólares, superior a lo fijado la gestión anterior.
En 2023 el pago por el servicio de la deuda alcanzó casi 1.490 millones de dólares y los desembolsos llegaron sólo a 1.126 millones, cuyos datos muestran un déficit de alrededor de 300 millones y para la presente gestión se anticipa que el desequilibrio podría llegar a 900 millones.
En el acto conmemorativo al 88 aniversario de fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el presidente Luis Arce indicó que les urge la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa. Informó que en 2023 los pagos por el servicio de la deuda externa fueron más que los desembolsos.
El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, dijo que el Gobierno está “bicicleteando”, término económico, que significa que se presta dinero para pagar otra deuda y comprar combustibles.
Entretanto, el analista económico Gonzalo Chávez manifestó en varias oportunidades que el Gobierno es insolvente y registra iliquidez, por esta situación se retrasa en los pagos a sus proveedores de combustible.
Debido a dependencia de crédito
En riesgo abastecimiento de combustibles para 2025
> La importación de diésel alcanza casi el 90%, mientras que de la gasolina está por encima del 50%. Con el PGE 2025, el Gobierno pretende mantener el funcionamiento del Estado, pero con mayor gasto público, según analistas.
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