Turquía se mostró muy activa con las nuevas autoridades sirias desde que el movimiento islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), dirigido por Ahmad al-Sharaa (también conocido como Abu Mohammed al-Jolani), derrocó a Bashar al-Asad el 8 de diciembre. En tanto, Ankara envió una delegación del Ministerio turco de Energía para ofrecerse a ayudar a Siria a reconstruir su sistema energético.
“Debemos suministrar rápidamente electricidad a las regiones de Siria que carecen de ella”, declaró desde Ankara el ministro Alparslan Bayraktar, “en primer lugar mediante importaciones”. “Ankara podría enviar electricidad a Líbano a través de Siria”, declaró el ministro turco. “También tenemos previsto crear una producción local de electricidad”, agregó.
SUSTITUIR EL CRUDO IRANÍ
Turquía ya suministra electricidad al norte de Siria, que está bajo el control de su ejército. Pero en el resto de Siria, la mitad de la red eléctrica está destruida desde el estallido de la guerra civil en 2011. La caída de Bashar al-Asad a principios de diciembre también puso fin a las entregas de petroleros iraníes. Como consecuencia, la principal central térmica del país, cerca de la refinería de Baniyas (30 MW), ya no recibe suministro.
Siria es efectivamente un país productor de hidrocarburos, pero los principales yacimientos de la gobernación de Deir Ezzor, en el este del país, están bajo control kurdo y estadounidense. El actual acercamiento entre las autoridades de Ankara y la organización separatista kurda PKK podría cambiar la situación y facilitar la reintegración de los ingresos petroleros en las arcas del Estado sirio (25% del presupuesto en 2010 con una producción nacional de 400.000 barriles diarios, frente a los 30.000 actuales, de los que menos de 8.000 están controlados por Damasco) si las exportaciones se liberan de las sanciones occidentales.
PROYECTO DE QATAR A EUROPA
Pero los planes energéticos de Turquía van mucho más allá. “Vamos a trabajar en un plan de infraestructuras con los nuevos dirigentes. Hay muchos temas que desarrollar, como un oleoducto de Siria a Turquía, que enlazaría con nuestro oleoducto entre Irak y Turquía”, sostuvo el ministro turco, Alparslan Bayraktar. Así, Siria podría conectarse al oleoducto entre Kirkuk y Ceyhan, en la orilla turca del Mediterráneo, para ofrecerle acceso a los recursos o una salida a sus exportaciones.
El ministro turco también desempolvó el megaproyecto del corredor de gas, que se remonta a principios de la década de 2000. “Hay conversaciones en curso para transportar gas desde Qatar a través de Siria hasta Turquía y Europa. Estos planes aún están en pañales”, reconoció, “y requieren más estudios técnicos y financieros”, agregó.
RECURSOS MARÍTIMOS CON SIRIA
Turquía intenta así redibujar el mapa de las infraestructuras energéticas terrestres, tras el cambio de régimen en Siria, pero también pretende aprovechar la ocasión para revisar el mapa de los recursos marítimos en el Mediterráneo oriental, una zona rica en hidrocarburos que se disputan los países vecinos.
“Vamos a concluir un acuerdo de soberanía marítima con la administración siria”, declaró el lunes 24 de diciembre en Ankara el ministro turco de Transportes, Abdulkadir Uraloğlu. Esto es motivo de preocupación en Chipre y Grecia, que ya están muy descontentos con el acuerdo marítimo de Turquía con Libia. Este acuerdo fue considerado ilegal por la Unión Europea, que aún no se pronunció sobre la nueva definición de las fronteras marítimas entre Turquía y Siria.(RFI)