Autoridades chavistas ofrecieron una recompensa de 100.000 dólares americanos, por información sobre el paradero de Edmundo González Urrutia, acusándolo de delitos como conspiración, usurpación de funciones y asociación para delinquir, entre otros.
La medida coincide con la cercanía del 10 de enero, fecha en la que González Urrutia asegura que regresará a Caracas para asumir la presidencia, tras haber sido proclamado por la Plataforma Unitaria Democrática como el ganador legítimo de las elecciones del 28 de julio, en contraposición al cuestionado triunfo de Nicolás Maduro.
La comunidad internacional ha rechazado la orden de detención y el folleto de búsqueda difundido en redes sociales y aeropuertos venezolanos, calificándolos como un intento de silenciar a González Urrutia y desconocer la voluntad popular. Desde Madrid, el opositor ha continuado su lucha por la democracia en Venezuela, instando a sus seguidores a mantenerse firmes ante el régimen.