Campesinos sin acceso a créditos bancarios

Saliendo en defensa de los campesinos bolivianos, damos paso a informaciones y denuncias referidas a la crisis en que se encuentra la población indígena y campesina, debido a políticas agrarias de carácter oficial, proclamadas por el gobierno “masista” del triple sexenio, encabezado por Evo Morales (2006-2019) y puestas en práctica mediante leyes fundamentales y, finalmente, por vía de la Constitución Política del año 2009, en plena vigencia.
Se ha señalado machaconamente que una de esas medidas campesinas, de tendencia derechista, es prohibir a los campesinos la venta de tierras que les pertenecen legítimamente. Y es que ellos las ocupan en calidad de usufructo desde hace cien años.
Esa disposición anti campesina, entre otras, determinó la actual crisis alimentaría del país, originada en la ruina de la agricultura, la caída de la producción agrícola y ganadera, el desabastecimiento de los centros urbanos, la aparición del contrabando y la aproximación del hambre por la falta de dólares para importar productos básicos.
Otra disposición, dictada por el gobierno de Morales contra los indígenas fue, entre otras, que, como efecto de la prohibición mencionada, los campesinos comunarios y de exhaciendas que necesitan dinero para cultivar la tierra, no tienen acceso al crédito bancario. Por tal hecho la agricultura campesina queda paralizada y deja a las ciudades sin alimentos.
Tan graves son esas y otras disposiciones del gobierno del MAS, inclusive del actual, que han causado preocupación general, por lo que sus autores y ejecutores han sugerido alguna reforma, en especial para que los campesinos sean objeto de crédito y los bancos puedan atender sus necesidades.
Al respecto, el expresidente Evo Morales, autor directo de la prohibición a la venta de tierras de campesinos y que no sean atendidos en los bancos, ha sugerido que éstos puedan obtener créditos para trabajar la tierra. Pero tal propuesta es incompleta y es solo efecto de dicha prohibición, de tal forma que peca de falsedad, ya que Morales estaría tratando de borrar con el codo lo que firmó con la mano.
El responsable principal de esa disposición ilegal y antidemocrática es Morales, responsable del gravísimo daño que causó a millones de campesinos, al hacer que se cierren las puertas de los bancos para ellos. Esa medida causó durante veinte años enormes perjuicios al país, en particular a la población urbana consumidora.
Que el mismo Morales ahora quiera reformar esa medida, sin pensar que antes se debe reformar la Constitución Política, confirma que la falta de acceso de los bancos para los campesinos, es muy grave, lo cual, a la vez, es motivo para que el sector campesino le hubiese retirado su apoyo. Que otro presidente no populista hubiese dictado esas medidas contra los campesinos, podría ser algo lógico, pero que alguien que se titula como “el primer presidente indígena de Bolivia” haya sido autor de ese atentado contra los derechos humanos de sus “hermanos”, resulta una paradoja que merece el juicio de la historia.