La administración de Joe Biden lleva meses negociando la liberación de tres estadounidenses capturados en Afganistán a cambio de Muhammad Rahim al-Afghani, un prisionero de la Bahía de Guantánamo señalado como facilitador de Al Qaeda. Según el Wall Street Journal, los talibanes han exigido la liberación de Rahim y otros dos prisioneros afganos a cambio de Ryan Corbett y George Glezmann, mientras niegan tener bajo custodia al tercer detenido, Mahmood Habibi. A pesar de la presión de las familias de los capturados, Biden aún no ha tomado una decisión, lo que ha generado frustración.
Rahim, capturado en Pakistán en 2007 y sometido a interrogatorios extremos por la CIA, ha negado cualquier vínculo con Al Qaeda, asegurando que trabajaba como traductor. Su abogado critica las acusaciones como infundadas. Mientras tanto, el Pentágono informó el traslado de 11 prisioneros de Guantánamo a Omán, reduciendo la población del centro a 15. Este posible intercambio plantea un dilema para Biden, quien busca evitar críticas por liberar a personas consideradas amenazas a la seguridad nacional.