La temporada de fruta de este año registra nuevos récords en los mercados de consumo de la región andina del país, con el abastecimiento masivo de productos frutícolas de Perú, Chile, Argentina, así como por importación que realizan algunas empresas privadas. Ese crecimiento es motivo de preocupación de agricultores campesinos y comercializadores que venden en los mercados y calles de las ciudades como La Paz, Oruro y Potosí, como también en pueblos menores.
En el curso de últimas semanas, el mercado de consumo se ha visto invadido por varias frutas de origen extranjero, inclusive antes de que la producción nacional salga a la venta. Los mercados se han visto con francas cantidades de mangos, duraznos y uvas, entre otros. Esas frutas invaden los centros de consumo, debido a que los centros de producción de países extranjeros, tienen producción que está lista para la venta, debido a técnicas que les permiten adelantar la maduración de esos alimentos.
En consecuencia, los vendedores de fruta solo ofrecen productos de esa naturaleza que entran por el contrabando, ya no venden frutas nacionales debido a que nuestros agricultores pierden interés en la agricultura frutícola. Han abandonado ese rubro porque las frutas extranjeras son más baratas y, en algunos casos, de mejor calidad. Además, los consumidores muestran preferencia por lo que llega del exterior.
Desde hace años el contrabando empezó a llenar de productos los mercados urbanos y desplazar la fruta nacional. Esa competencia feroz en desmedro de lo nacional terminó cuando los consumidores dejaron de consumir fruta nacional, a pesar de que es más sabrosa, alimenticia y conocida desde hace mucho tiempo.
La competencia vía contrabando e importaciones legales, de manzanas, paltas, peras, uvas y otros, debido a sus precios más bajos ha arruinado a la producción frutícola nacional. Esa competencia desleal, respaldada por medidas legales de ciertos gobiernos inclusive más desleales con la economía nacional, en especial con los campesinos, ha sido nefasta.
En efecto, muchas variedades de fruta nacional han dejado de aparecer y, por tanto, no son conocidas en los mercados. Frutas nacionales de alta calidad, como manzanas, higos, duraznos, ya no las conoce la población consumidora. Esas frutas llenaban en el pasado los puestos de abasto, pero hoy prevalecen las de origen extranjero.
Al mismo tiempo, es necesario recalcar que las nuevas importaciones y el contrabando de frutas, va a dar el mismo resultado. Es decir que solo se venda frutas extranjeras y los productores nacionales dejen de cultivarlas, dando preferencia a la producción de coca, porque tiene precios cada vez más altos y no tiene competencia, además, goza del apoyo de las actuales autoridades nacionales.
En resumen, Bolivia ya importa casi todo para su alimentación y lo que se produce es solo para uso familiar. ¡Poco producimos para los mercados del país!