El 2024 cerró la economía con un alto déficit, escasez de dólares, irregular distribución de combustibles y una inflación de casi dos dígitos, y para este 2025 la situación no cambia, más bien empeora por segundo año consecutivo, del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, en la que incluye incautación de productos. El pesimismo de los bolivianos sobre la economía es muy alto y preocupa el incremento de precios, así como de impuestos, según la encuesta realizada por Ipsos Ciesmori.
El informe revela las percepciones de los bolivianos sobre la situación económica para 2025 y son predominantemente pesimistas, a su vez creen que podría darse una nueva pandemia global.
El 2024 no se cumplieron las proyecciones del gobierno de principios de año, como un crecimiento de 3,71%, que según los organismos internacionales sería de menos de 2%; la inflación debió llegar a 3,6%, pero alcanzó a casi 10%; la inversión pública de 4.076 millones de dólares, no se cumplió y estaría bordeando un poco más del 50%; de un déficit estimado de 9% podría pasar la cifra del 2023, que alcanzó casi 11%.
Para este 2025, el Gobierno proyecta 3,51% de crecimiento, 7,5% de inflación, un déficit fiscal de 9,2%, una inversión pública de 4.024 millones de dólares y una subvención a los combustibles de alrededor de los 2.000 millones de dólares.
Rechazo
El año empezó con un rechazo unánime al artículo séptimo del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, que establece confiscación de alimentos, que sólo provocará mayor inseguridad jurídica y una menor producción de alimentos.
Ayer, la presidenta de la Federación de Empresarios Privados de Chuquisaca, María Teresa Dalenz, solicitó al Gobierno una solución urgente a la falta de divisas en el país, una de las principales causas de la escasez de productos y el aumento de la inflación, de acuerdo a un despacho de @GrupoFides.
Informe
A nivel global, la perspectiva económica de las personas se mantiene relativamente sin cambios en la mayoría de las medidas para 2025, en comparación con lo que se vivió el año pasado.
Un significativo 79% de los encuestados en 33 países cree que los precios aumentarán más rápido que los ingresos en 2025. Del mismo modo, las expectativas de mayores impuestos se mantienen sustanciales en un 74%, lo cual es consistente con los hallazgos del año anterior, señala el informe de Ipsos Ciesmori.
En cuanto se refiere a Bolivia, el informe detalla que las percepciones de los bolivianos sobre la situación económica para 2025 son predominantemente pesimistas. La alta probabilidad percibida de un aumento de precios más acelerado que el aumento de los ingresos (86%), el desempleo (85%) e inflación (84%), reflejan una preocupación generalizada por la estabilidad económica y el bienestar financiero.
Los bolivianos también anticipan un aumento de los impuestos (80%) y las tasas de interés (79%) para la presente gestión.
Esos resultados sugieren que la población boliviana anticipa un año desafiante en términos económicos con la necesidad de contar con políticas que mitiguen estos efectos, pero observan que el Gobierno se enfoca en sus gastos que en solucionar la situación económica del país.
Los precios de algunos productos de la canasta familiar se mantienen altos y no bajan desde el año pasado, a pesar de las declaraciones de las autoridades nacionales, de que los valores vuelven a la normalidad.
Los bolivianos ven que su poder adquisitivo se perdió en 60% y cómo va la economía, temen que el porcentaje se incremente, lo que reducirá sus compras.