El CES 2025 en Las Vegas sigue presentando novedades fascinantes de los principales fabricantes tecnológicos. Un ejemplo destacado es el Swippitt, que promete cargar un teléfono móvil en apenas dos segundos. Diseñado como una estación de carga para el hogar, este invento podría transformar la forma en que gestionamos las baterías de nuestros smartphones gracias a su sofisticado sistema de intercambio.
Según el portal especializado CNET, el Swippitt utiliza una carcasa especial junto con un hub que puede almacenar hasta cinco baterías completamente cargadas. Al colocar el móvil en la ranura, el dispositivo intercambia automáticamente la batería agotada por una cargada de manera casi instantánea. Este proceso elimina la necesidad de esperar largas horas para recargar el teléfono y asegura que las baterías estén siempre listas para usar.
El funcionamiento del Swippitt se basa en tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID), lo que permite reconocer el dispositivo y realizar el intercambio de forma eficiente y segura. Además, cuenta con una aplicación móvil que facilita la gestión de las baterías, ofreciendo funciones como reserva de energía y seguimiento del estado de carga.
Innovación tecnológica para hogares y espacios públicos
Este dispositivo está diseñado no solo para hogares con múltiples usuarios, sino también para espacios compartidos como aeropuertos o residencias universitarias, donde la disponibilidad inmediata de batería puede ser crucial. Según Padraic Connelly, fundador de la compañía, «el Swippitt podría convertirse en una herramienta esencial en lugares donde la demanda de carga es constante».
Sin embargo, su elevado precio podría limitar su aceptación en el mercado. El hub cuesta 450 euros, mientras que cada carcasa compatible tiene un precio adicional de 120 euros. Esto sitúa el paquete básico con dos carcasas cerca de los 700 euros, una cifra que puede resultar prohibitiva para muchos usuarios.
Inicialmente, el Swippitt será compatible con los modelos de iPhone 14, 15 y 16, y se espera que en el futuro pueda integrarse con dispositivos Android. Sin embargo, aunque no es mucho más grande que una funda protectora, la carcasa necesaria para su funcionamiento añade un volumen extra al móvil, algo que podría desagradar a quienes prefieren dispositivos más ligeros y compactos.