Las elecciones generales fueron programadas para agosto del presente. La convocatoria debe ser promulgada en abril venidero. Existirían 13 partidos políticos con alcance nacional, según el informe de rendición pública de cuentas de la gestión 2024, del Tribunal Supremo Electoral. En una coyuntura golpeada por la crisis política, económica y social, que trajo consigo desesperanza e incertidumbre para la población. Con reducidos ingresos. El agotamiento de los recursos gasíferos provocó tal situación. Los bolivianos están sobreviviendo con el agua en el cuello.
Entre aquellos 13 hay dos opciones que marcarán el escenario electoral 2025. Un sector que intentará perpetuarse en el gobierno a como dé lugar y el otro que buscará un cambio transparente y sin fraude. Ambos concitarán la atención de la opinión pública y serán evaluados debidamente por el electorado. Solo el sufragio popular tendrá que decidir el futuro de cada uno de ellos.
Los acólitos del dictador venezolano que desconoció la voluntad del soberano están de mala racha. Fragmentados por intereses particulares. Con alguno de sus dirigentes con procesos judiciales por supuestos casos reñidos con la moral. En esas condiciones pretenderán competir en las elecciones generales. Posiblemente estén conminados a no defraudar los sueños y delirios de su benefactor. Quizá tendrán que seguir a pie juntillas sus “recetas” e instrucciones. Socialistas que se inspiraron en el pensamiento político – ideológico del autoritario que hizo tabla rasa con sus adversarios. Y echó de su país a miles de sus conciudadanos.
Entretanto, las fuerzas opositoras buscarán reencauzar la unidad en democracia. En contra el autoritarismo de la región y del mundo. Preservando la libertad, sin persecución ni encarcelamiento. Priorizando los supremos intereses nacionales y la canasta familiar que tiende a vaciarse por la crisis económica. Apostando por un crecimiento sostenible que signifique mejores condiciones de vida con empleo, educación y salud. A favor particularmente de los sectores de escasos recursos económicos, quienes hoy se sienten agobiados por los elevados precios en los alimentos. Transitaron inútilmente de Herodes a Pilatos en busca de un precio asequible para la población. Preocupados por el alto costo que adquirió el material escolar en el mercado nacional. Hecho que atenta en contra la niñez y juventud estudiosas.
Evitarán, por lo visto, que el socialismo se imponga nuevamente en Bolivia devastando su porvenir. En la agenda de estas fuerzas no solo deberían estar inscritos temas electorales, sino básicamente temas relacionados con la reinyección del poder adquisitivo a sueldos y salarios. Erradicar el hambre y la miseria por el bien común. Asumir medidas en pro del bienestar de la ciudadanía boliviana.
En suma: la población boliviana debe evaluar con detenimiento las propuestas de estas dos opciones políticas que serán las principales protagonistas en las elecciones próximas. El triunfo de una de ellas marcará el futuro del país.
Política y políticos
Severo Cruz Selaez
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