Hungría y Serbia han decidido acelerar la construcción de un nuevo oleoducto para abastecer a Serbia con crudo ruso a través del sistema energético Druzhba. La decisión se produce tras las últimas sanciones estadounidenses a Rusia y la negativa de Ucrania a transportar gas ruso a otros países. El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, anunció que las crisis energéticas de los últimos años han demostrado que los países necesitan cooperar estrechamente para garantizar la seguridad de sus suministros energéticos.
La construcción del oleoducto permitirá a Serbia recibir petróleo ruso de los Urales a través del sistema energético Druzhba. La red Druzhba es una de las redes de oleoductos más largas del mundo, transportando crudo unos 4.000 kilómetros desde Rusia hasta refinerías en la República Checa, Alemania, Hungría, Polonia y Eslovaquia. Szijjarto advirtió que las drásticas restricciones podrían provocar un grave aumento de los precios del combustible en Hungría y otros países de la región.