miércoles, enero 15, 2025
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Sentimiento patriótico

Severo Cruz Selaez

Bajo amenaza de una nueva pandemia global, la población boliviana se apresta a conmemorar el bicentenario. Pero una descabellada actitud partidista busca convulsionar el país, con fines electoralistas. La adversidad económica empaña el horizonte patrio. Suben de manera irreversible los precios de artículos de consumo. Se confisca pequeños ahorros en dólares. Crece el índice del desempleo. Pese a esta situación. la mayoría ciudadana coincide en rendir homenaje a quienes hicieron posible nuestra Bolivia. El sentimiento patriótico brota, desde el oriente y occidente, involucrando a pobres y ricos, a rurales y urbanos.
Pero grupos desubicados no asumen las circunstancias del momento histórico. En este caso la gestión 2025 tiene trascendental significación para los bolivianos. Aquellos desubicados son movidos por intereses particulares. Buscan la confrontación que genera retroceso y postergación. Procuran lavar la imagen deteriorada que tienen por desaciertos y despropósitos asumidos en el Estado Plurinacional. Tratan de reivindicarse ante la ciudadanía que vive preocupada por la crisis económica que ellos provocaron. Mentira que hay estabilidad de precios en centros de abasto. Día que pasa suben los precios y la ciudadanía ha perdido su poder adquisitivo, por lo tanto le cuesta adquirir artículos de consumo. La población puede corroborar esta afirmación, debido que está agobiada por el caos existente en materia de costos. Sube inclusive el pasaje del transporte público.
Es prioritario extremar esfuerzos para construir un futuro mejor, ciñéndonos a la verdad y la realidad incuestionables. Con unidad para lograr crecimiento nacional en función de nuestros recursos naturales. Con trabajo conjunto de públicos y privados. Sin tratar de asfixiar al sector formal que genera empleo. Cerrando algunas empresas estatales deficitarias. Con alicientes a los productores para garantizar la seguridad alimentaria. Sin incurrir en regionalismos que reavivan suspicacias. Promoviendo paz social para producir y exportar, que nos permita atraer dólares. Dependemos de esa moneda verde para importar incluso combustible. Urge en consecuencia devolver certidumbre y esperanza a quienes atraviesan momentos difíciles por la adversidad económica.
Los bolivianos hemos adquirido cultura democrática, por lo que el diálogo debería ser el instrumento básico para alcanzar objetivos comunes. La intolerancia debería ser descartada, cualquiera sea su origen. Con respeto a quienes piensan diferente y asumen actitudes contestatarias. Es que aquella se funda en el pluralismo político, en la defensa de los derechos humanos y de la libertad, fundamentalmente.
La mejor manera de celebrar el bicentenario sería deponer la confrontación, la amenaza y la falacia, por el bien común. Despojándonos de apetitos mezquinos. Consolidando la paz y la tranquilidad. Aunando esfuerzos para construir una Bolivia diferente de cara al Siglo XXI.
En suma: honremos la memoria de quienes fundaron Bolivia, tomados del brazo e inclinados reverentes en un minuto de silencio.

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