El Gobierno de Argentina anunció ayer la unificación de la Embajada en Uruguay y la representación permanente ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y el Mercosur en una maniobra encaminada a reducir costes y que permitirá al Estado ahorrar unos 2.000 millones de pesos, más de 1,8 millones de euros.
«Esta decisión contempla la designación de un único embajador para ambas misiones y una sede unificada, lo que permitirá optimizar recursos y generar un ahorro significativo para la Cancillería y la República Argentina», subrayó el Ministerio de Asuntos Exteriores argentino en su perfil oficial en redes sociales.
La legación diplomática argentina en Uruguay estaba hasta ahora en manos del embajador Martín García Moritán, a quien Exteriores agradeció su «dedicación y compromiso» durante su carrera ahora que se jubila. El nombre del nuevo representante se dará a conocer «oportunamente una vez obtenido el correspondiente plácet de estilo».
El presidente argentino, Javier Milei, deslizó que esta maniobra se enmarca dentro de su política de reducción de costes. «Motosierra en la Cancillería», manifestó en sus redes sociales, en un mensaje similar al publicado esta misma semana tras conocerse la no renovación de unos 1.400 contratos en el Ministerio de Salud.
Milei aprovechó en la víspera para defender la medida con el uso figurado de la «motosierra», una herramienta que el mandatario llegó a blandir en sus actos de campaña electoral como símbolo del fin del derroche y advertencia de un ajuste presupuestario sin precedentes. (EP)