La actual degradación ambiental es uno de los grandes problemas. Por lo tanto, en la mayoría de las naciones surgen ideas sobre el crecimiento demográfico, apuntalado por el progreso industrial y urbano de los países. Este hecho ha generado una mayor tensión sobre el entorno, por el alto consumo de espacio y de recursos, o porque se supera paulatinamente la capacidad de resiliencia de los sistemas naturales, por el agobio de las actividades antropogénicas, que van dejando huella de deterioro ambiental. El biólogo Harvard Wilson calcula que antes de que existieran los seres humanos, la tasa de extinción anual de especies era (aproximadamente) de una especie por millón (0,0001%). Los cálculos de las actuales tasas de extinción van de 100 a 10.000 veces esa cifra.
Este deterioro ambiental puede ser observado tanto a nivel local como global. Fuera de las eventualidades locales, hoy padecemos por las de carácter global, como el problema del cambio climático, que actualmente amenaza el equilibrio de la biosfera, porque una enorme cantidad de gases de invernadero se vierte al aire. Otros aspectos ambientales relevantes ha documentado Leonard en “Story of Stuff” (Priggen y Fox, 2007). De manera puntual, son talados 2.000 árboles por minuto en el Amazonas. En Estados Unidos queda una cifra menor al 4% de bosques nativos, y en el mundo el 80% de éstos han desparecido, por el impulso desarrollista del ser humano.
Esta extinción en masa de un gran volumen de biodiversidad exige un cuestionamiento a tradiciones jerárquicas y prácticas sociales que subsisten en nuestra sociedad. En consecuencia, hay una serie de graves problemas, estrechamente relacionados, como: contaminación y detrimento de los sistemas naturales, empobrecimiento de recursos naturales, aumento de la población mundial, coexistencia con una serie de desequilibrios inadmisibles por el progreso de procesos manufactureros, disminución de la diversidad biológica. También de orden cultural, que se suscita en la sociedad.
El deterioro y creciente contaminación ambiental, sabemos que proviene de la búsqueda permanente de tratar de elevar la calidad de vida del ser humano. Por este motivo, es urgente, mediante la educación, como proceso integral, examinar el comportamiento y las prácticas sociales que atentan contra las condiciones ecológicas y culturales que sustentan el medio ambiente.
El desarrollo sustentable, permite convertir este conocimiento en un medio para mejorar las condiciones de vida de la sociedad y que nos habilite para lograr una transformación del medio ambiente que existe hasta ahora. Esencialmente, con un carácter prospectivo, es decir, estableciendo un conjunto de análisis orientadores de las condiciones técnicas y económicas y socioambientales que habrán de prevalecer en un futuro. Y en el presente, habrá que anticipar problemas, modificando la realidad actual, mediante el apropiamiento de conocimiento previsto. Por lo tanto, salvar nuestro planeta está en nuestras manos.
Escuela y desarrollo sustentable
Eddy Gonzalo Mamani Mamani
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