El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, culminó su mandato con discursos cargados de emotividad dirigidos al cuerpo diplomático, líderes militares y a la nación, marcando el fin de una carrera política de medio siglo. Sin embargo, sus palabras reflejaron la incertidumbre sobre el futuro de su legado, que enfrentará un desmantelamiento casi inmediato con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Biden, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos a sus 82 años, deja el cargo con sentimientos encontrados. Aunque convencido de que aún tenía mucho por ofrecer, admitió que completar otro mandato podría haber afectado su salud. En una entrevista reciente, incluso afirmó que, aunque habría podido derrotar a Trump en las elecciones, no estaba seguro de tener la energía necesaria para gobernar hasta los 86 años.
UN ADIÓS AMARGO
A WASHINGTON
El lunes, ante la investidura de Trump, Biden abandonará Washington, la ciudad que lo vio llegar como el senador más joven en 1973. Según allegados, el presidente ha tenido desencuentros con antiguos aliados, especialmente tras la presión de su partido para ceder la candidatura a Kamala Harris después de un debate desfavorable contra Trump. Esta decisión dejó a Harris con poco tiempo para preparar una campaña sólida, algo que muchos consideran determinante en el regreso del expresidente republicano.
En su discurso de despedida desde el Despacho Oval, Biden optó por un tono reflexivo más que triunfalista, alertando sobre los desafíos que enfrenta el país. “Estados Unidos corre el riesgo de convertirse en una oligarquía dominada por multimillonarios tecnológicos”, advirtió, señalando que la presencia de figuras como Elon Musk en la investidura de Trump simboliza ese cambio.
MEDIDAS DE ÚLTIMO
MINUTO
Durante sus últimos días en el cargo, Biden tomó decisiones clave para proteger aspectos de su administración. Entre ellas, envió más ayuda militar a Ucrania, firmó órdenes ejecutivas para preservar áreas protegidas de Alaska frente a la explotación petrolera y retiró a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
También conmutó las penas de casi 2.500 presos por delitos no violentos relacionados con drogas y otorgó un controvertido indulto a su hijo, Hunter Biden, a pesar de haber prometido no intervenir en procesos judiciales.
LUCES Y SOMBRAS
EN SU PRESIDENCIA
Biden será recordado por su gestión de la pandemia, su impulso a la energía limpia y su esfuerzo por revitalizar la producción nacional de microchips. En política exterior, fortaleció las alianzas de Estados Unidos y lideró la respuesta occidental a la guerra en Ucrania, aunque su administración también quedó marcada por la caótica retirada de Afganistán y el conflicto en Gaza, que dejó decenas de miles de víctimas.
A pesar de estos logros, Biden deja la Casa Blanca sin cumplir su promesa de sanar la “alma” de Estados Unidos ni de unir a un país profundamente dividido. La frustración por el alto coste de la vida y las tensiones políticas han llevado nuevamente a muchos estadounidenses a apostar por el enfoque disruptivo que representa Trump.
Para Biden, el futuro juzgará sus aportes. “Las semillas que hemos plantado crecerán y florecerán durante décadas”, expresó con esperanza. No obstante, su legado enfrentará grandes desafíos en un panorama político cada vez más polarizado. (EFE)