Parte I
Riberalta, un núcleo creciente en el norte amazónico de Bolivia, es la segunda ciudad más poblada del departamento del Beni, con 107,141 habitantes según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2024. Su crecimiento ha sido notable, experimentando un aumento del 44.74% desde 2001, consolidándose como un centro clave para la economía regional. La evolución de Riberalta ha estado marcada por una transformación profunda, pasando del auge histórico del caucho en el siglo XIX a la especialización de la región en la producción de castaña (nuez de Brasil), entre otros productos tropicales que hoy constituyen pilares económicos para la ciudad. No obstante, a pesar de estos avances, Riberalta debería proyectarse con seriedad hacia el desarrollo del turismo, dadas las claras potencialidades que presenta la región.
Ubicada estratégicamente en la confluencia de los ríos Beni y Madre de Dios, Riberalta se distingue por su imponente entorno natural, que no solo destaca por su biodiversidad, sino también por su paisaje selvático, con un enorme potencial para el ecoturismo. La ciudad se encuentra rodeada por la Reserva de la Biosfera de Aquicuana, un área protegida de la región que alberga una rica biodiversidad, lo que la convierte en un escenario ideal para actividades como el senderismo, la observación de fauna y flora, y recorridos por diversos ecosistemas amazónicos. Aunque estas actividades aún pueden desarrollarse más plenamente, los visitantes pueden realizar caminatas por senderos ecológicos y paseos en bote por los ríos que atraviesan la región.
En este contexto, el Lago Tumichucua se erige como otro atractivo natural, ofreciendo paseos en bote que permiten explorar sus aguas tranquilas, rodeadas de exuberante vegetación amazónica y fauna local. Este sitio, aún poco conocido por los turistas, brinda una experiencia de desconexión y tranquilidad, ideal para quienes buscan disfrutar de paisajes naturales en un ambiente relajado y apartado del ajetreo urbano. Con una mayor inversión en infraestructura turística y promoción, tanto la reserva como el lago podrían convertirse en destinos destacados del ecoturismo regional.
Riberalta también se beneficia de la llegada de turistas interesados en actividades de aventura. La región amazónica cuenta con un gran potencial para la pesca deportiva y los paseos en kayak por los ríos Beni y Madre de Dios, dado que estos ríos presentan características naturales ideales para este tipo de entretenimiento.
En términos de infraestructura, Riberalta ha comenzado a desarrollar una oferta turística que busca atender las necesidades de los viajeros. Bajo la demanda existente y las necesidades del sector privado, la ciudad ha logrado establecer una base de más de una docena de centros de hospedaje, que varían desde alojamientos familiares hasta opciones más sencillas, lo que le ha permitido incrementar gradualmente su capacidad para recibir visitantes de diversas procedencias. Aunque la infraestructura hotelera en la ciudad aún es limitada, también existen alternativas ecoturísticas en las periferias, que permiten disfrutar de una inmersión más cercana a la naturaleza. Si bien la oferta gastronómica en la ciudad no es extensa, se está comenzando a identificar y ofrecer productos locales, como la castaña y el pescado de río, que tienen un gran potencial para ser destacados en los platos tradicionales de los pocos restaurantes disponibles en el centro de la ciudad. Las opciones gastronómicas están en desarrollo y aún son incipientes, con una mayoría de locales centrados en comida básica, lo que implica una oportunidad para futuros desarrollos en la oferta culinaria. La variedad cultural de la región se refleja en la oferta de comida regional, mientras que la presencia de comida internacional es limitada.
Además, existen balnearios y centros recreacionales situados en las afueras de la ciudad que ofrecen un lugar de relax para los turistas que buscan escapar de las altas temperaturas del Amazonas. Estos sitios, muchas veces situados junto a pequeños riachuelos o lagunas, ofrecen áreas de recreación, cabañas y piscinas naturales, lo que permite disfrutar del calor y la belleza natural que caracteriza a la zona.