Mientras el Gobierno destaca el rol de su modelo económico implementado, desde hace 19 años, como el eje del desarrollo y promotor de la redistribución de recursos, los economistas sostienen que fue deficiente y que se agotó desde hace muchos años, pues nunca generó riqueza, sino repartió los frutos logrados por administraciones anteriores. La crisis económica se agudiza por la falta de dólares y combustibles.
Mientras el Gobierno asegura que el modelo benefició a los empresarios, a través de créditos, subvenciones y “dólares baratos”; sin embargo, el sector privado lamenta que la propuesta gubernamental no haya apoyado al sector productivo, más bien se convirtió en competidor con la creación de empresas estatales.
Entretanto, para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero Torrejón, el modelo económico, productivo y comunitario no ha sido un fracaso, pero ya no es sostenible y “hace que nuestra economía sea ineficiente; ya no se puede apalancar con deuda pública”.
Explicó que es un modelo Keynesiano basado en gasto público para generar crecimiento económico y el excedente distribuir en la población.
En su momento, el analista económico Gonzalo Chávez, indicó que el modelo económico es un muerto que se olvidó de caer, debido a que desde el 2014 ya no funciona por la caída de los ingresos de la renta del gas y la reducción de la producción.
El analista dio entender que la propuesta gubernamental se creó con deficiencias, se basó en los ingresos de la venta de gas natural a mercados de Brasil y Argentina, con precios altos por el valor del petróleo en el mercado internacional y no en generar riqueza.
Varios economistas indicaron que el modelo sólo se basó en los ingresos del gas y nunca fue generador de riqueza, ni con sus empresas públicas, pues la mayoría registra déficits y una carga para los bolivianos.
Gas
Romero dijo que mientras había ingresos cuantiosos por la explotación de gas y con la nacionalización los ingresos bordearon los 60.000 millones de dólares, a partir del 2014 la cifra fue cayendo y paralelamente la producción, con el agotamiento de los megacampos.
A pesar de la caída de ingresos, el Gobierno decidió mantener sus políticas económicas y sociales a través del endeudamiento y para este 2025 establece una deuda pública de 17,5 mil millones de dólares, un 80% interna y el resto externa, para financiar el modelo y el gasto público, reflexionó.
De acuerdo con el economista, los hidrocarburos pueden generar los recursos de los años anteriores, ya que ningún otro sector podrá hacerlo, ni el litio.
El crecimiento económico promedio pasó del 3,0% bajo el modelo neoliberal (1985-2005) al 4,7% entre 2006 y 2019, e incluso tras la crisis política de 2019 y la pandemia de covid-19 creció al 4,3% entre 2021 y 2023. Esta expansión refleja no solo un incremento cuantitativo del PIB, sino el éxito de un enfoque que prioriza la inversión pública y la demanda interna como motores del crecimiento, según la nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Sin embargo, la caída de los ingresos por el gas no sólo repercutió en una balanza comercial deficitaria, sino en la provisión de dólares para el sector privado como para el público y a la vez afectó a los productos de la canasta familiar porque algunos subieron y no bajaron de precio por la importación de insumos a valores más altos.
Un modelo económico deficiente que se agotó
> A pesar del fracaso que representa, por ello el anuncio de reajustar el mismo muestra que ya terminó su ciclo y reducir la participación del Estado en la actividad económica.
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