El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, hizo una lectura equivocada, “adrede”, de la inflación, sostuvo el analista y economista, Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia, al referirse al mensaje que emitió el mandatario ayer, en el marco del Día del Estado Plurinacional.
Refiriéndose al incremento de precios de algunos productos de consumo masivo, Arce señaló que “es importante decir que la presión inflacionaria” se concentra en los precios de productos importados y algunos de producción nacional donde se ha evidenciado “agio, ocultamiento y especulación que daña la economía popular.”
Ante ello, Espinoza señaló que además de los productos importados, también los bienes nacionales suben de precio al igual que “los servicios no transables, según los propios datos del INE”, y los motivos son claros: “el descalabro cambiario que su Gobierno ha provocado, porque contrariamente a lo que dice la propaganda oficial, Bolivia hoy es mucho más dependiente que nunca de las importaciones”.
Para el analista, el mandatario expuso que quiere lograr un pacto social nacional para que el próximo gobierno asuma “en mejores condiciones” que las que asumió, pero “omite que a él se le dejaron más de 5.300 millones de Reservas Internacionales Netas (RIN), de los cuales 2.500 eran divisas y, además, en los primeros seis meses de gobierno recibió más de 2.500 millones de dólares en desembolsos de créditos en libre disponibilidad”.
“Esos recursos fueron dilapidados a un ritmo frenético, además de 36 toneladas de oro (22 que teníamos en las RIN y 14 que compraron a costa de hacer subir el tipo de cambio), más de 11.000 millones de dólares de ingresos por exportaciones de gas y otros 3.000 en créditos aprobados por la Asamblea”, señaló el analista.
Espinoza avizora que para el 2025 el Gobierno ha presentado un Presupuesto General (PGE) que empujará todavía más la inflación, y que además de los problemas de costo, se sumará el financiamiento fiscal con créditos del BCB más alto de la historia, “lo que será altamente inflacionario” y el agotamiento de lo que queda de las reservas de oro, “que seguramente serán empeñadas para obtener divisas, pero dejando prácticamente sin ningún recurso externo más al país”.
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Los opositores y precandidatos presidenciales, Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga cuestionaron, por separado, el mensaje que dio ayer el Jefe de Estado y afirmaron que será “última perorata” que realiza el MAS en el Gobierno.
Para el empresario, el Presidente hizo un discurso electoral al que trató de “polarizar ideológicamente” en momentos cuando la gente está “harta de esa manipulación a la que se recurrió 20 años”.
“Arce no habló de lo que le interesa al pueblo boliviano: cómo resolver la crisis de dólares, de combustibles, la inflación galopante. No tiene nada que decir sobre esto. Por eso ya pertenece al paisaje del pasado (sic)”, publicó en sus redes sociales
Jorge Quiroga, por su parte, afirmó que hace casi dos décadas llegó al poder la “pandilla saqueadora”, en alusión al gobierno de Arce, y que ahora, con los actos por el Día del Estado Plurinacional consideró que somete al país con su “vigésima y última perorata”.
“El 8Nov se van para siempre, termina esta larga noche, llega el cambio total y viene un amanecer eterno democrático y Libre (sic)”, añadió.
Mientras que Doria Medina aseguró que, de llegar al Gobierno, el próximo 22 de enero, la población estará “trabajando para resolver los problemas” que dejará los años que estuvo el MAS en el poder. (Agencias)
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