El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que establece la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un plazo de 12 meses. Esta decisión ha generado una gran preocupación en la comunidad internacional, ya que Estados Unidos es el mayor contribuyente de la OMS, representando el 18% de su financiación total.
Por su parte, la OMS ha anunciado una serie de recortes para mitigar la presión financiera, incluyendo la congelación del reclutamiento, la reducción de gastos de viajes y la limitación de reuniones presenciales.
La retirada de Estados Unidos de la OMS ha sido criticada por expertos en salud pública, quienes consideran que esta decisión pondrá a la nación en desventaja y hará a los estadounidenses «menos seguros». La retirada de Estados Unidos dejará un vacío financiero y político que podría tener graves consecuencias para la salud global.