De bonanza económica a endeudamiento del país

Sin duda, quedaron en el pasado los días en los cuales, debido a la venta de gas y otras materias primas, Bolivia recibía ingentes cantidades de dinero y los gobernantes, ufanos, anunciaban un fantástico porvenir para el Estado Plurinacional. Pero después de la dilapidación de esos recursos económicos, hoy por la crisis económica, el actual gobierno, también masista, se desespera porque en la Asamblea Legislativa sean aprobados créditos externos. Pero en el Legislativo, el “arcismo” ya no tiene mayoría, por la aparición del sector “evista”, en apariencia escindido del MAS, que demanda soluciones para problemas derivados de la crisis económica en la que se encuentra ahora el país.
En esa dirección, en Diputados fueron aprobados hace poco dos créditos internacionales, por 400 millones de dólares, para atención de desastres naturales y riego comunitario. Como para darles curso se usó el voto electrónico, surgieron reclamos de legisladores opositores que pedían votación pública. A pesar de procedimientos dudosos, lo cierto es que créditos que verdaderamente sirvan para atender premiosas necesidades de poblaciones no deberían tener mayores objeciones. Pero el asunto no es tan simple, pues desde la opinión pública se advierte que otros créditos externos pueden ser destinados a otros objetivos, como aliviar la necesidad del gobierno para dar soluciones temporales a problemas como la falta de combustibles, mantener a la administración pública, hacer propaganda de sus aparentes logros en diversos campos, etc.
Es indudable que en Bolivia se ha hecho costumbre pensar que las arcas tienen que ser llenadas para solventar gastos, inclusive mediante préstamos del exterior. Este modo desatinado de actuar, se opone a principios elementales de prudencia y sensatez. Es muestra de poca seriedad, especialmente cuando se maneja la economía con irresponsabilidad, pues en la administración de los recursos nacionales se debe cumplir con reglas que garanticen honestidad y eficiencia. De ninguna manera los negocios del país tienen que ser manejados de manera discrecional.
Actualmente, se cuestiona la validez del modelo económico social productivo aplicado por el MAS desde el año 2006, cuando este partido populista llega al gobierno, porque aumenta la cantidad de graves problemas, como la escasez de dólares y combustibles, la desaparición de empleos formales, el alza de precios de alimentos, medicamentos, servicios, etc. En pocas palabras, el Estado ya no cuenta con dinero suficiente para atender múltiples necesidades, como las mencionadas y otras, por lo que se ve obligado a implorar la aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa.
De cualquier manera, depender de préstamos externos es solo muestra de inoperancia para manejar los intereses del país.