Lic. Maria Luisa Ticona Pardo – Nutricionista Dietista U.M.S.A. – Cel. 69969618
Puede parecer una redundancia, pero llevar una alimentación saludable es muy importante para tener buena salud y evitar enfermedades.
Una alimentación saludable permite que nuestro organismo funcione con normalidad, cubriendo las necesidades fisiológicas básicas reduciendo el riesgo de padecer enfermedades a corto y/o a largo plazo.
Beber agua. El consumo de agua es de 2 a 3 litros durante el día. Este nivel puede verse incrementados dependiendo de la actividad de cada uno, las condiciones ambientales y las fisiológicas.
- Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Es considerado uno de los refranes por excelencia en alimentación, la clave de mantener un peso equilibrado no es los alimentos que se comen, sino la hora en la que se come. Así que lo mejor es empezar el día con energía con un buen desayuno e ir reduciendo la cantidad en las comidas a lo largo del día para así terminar con una cena ligera.
- Realizar 5 comidas al día, la premisa principal para conseguir activar el metabolismo para quemar más calorías y controlar el peso ya que así se evita el picoteo y se disminuye la ansiedad. También se mejora el rendimiento ya que se aportan nutrientes durante todo el día y conseguimos que el cuerpo funcione mejor y esté más activo.
- Consume con moderación alimentos ricos en azúcar. No solo la pastelería contiene una gran cantidad de azúcares, sino que durante todo el día se consume azúcar sin ser conscientes. Lo aconsejable es NO tomar más de 25 gramos al día de azúcar, lo que equivale a 5 cucharillas. De lo contrario, el consumo excesivo puede provocar la aparición de caries, aumento de peso, diabetes, nerviosismo, entre otras consecuencias negativas para la salud.
- Evitar las frituras. De la misma manera que el consumo excesivo de azúcar es malo, también lo es abusar de la fritura como método de preparación de los alimentos. Cuando los alimentos fritos se queman por haber alcanzado una temperatura elevada, se produce acrilamida, una sustancia nociva que puede llegar a ser cancerígena. Por lo tanto, a la hora d cocinar, especialmente productos fritos, es dejarlos en su punto y evitar cocinarlos demasiado.
- Toma 5 raciones al día de fruta o verduras.Tres porciones de vegetales y dos de frutas son las cantidades mínimas ideales recomendadas por la comunidad científica. Con estas porciones aseguramos el aporte de vitaminas y minerales que necesita el organismo a lo largo del día. Además, comer frutas y verduras ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, enfermedades neurodegenerativas, y ayuda en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad.
- Disfruta de la comida y come lentamente. Es una de las cosas más saludables para el organismo, pero no es una práctica que se pueda aplicar en nuestro día a día, ya que las prisas y el poco tiempo para el almuerzo hacen que terminemos los platos rápidamente. Conseguir este hábito nos permitirá saborear más la comida y mejorar la digestión.
- Intenta establecer un horario regular. Mantener el peso y el metabolismo en perfecto estado se puede conseguir estableciendo una regularidad con los horarios de las comidas. De esta manera, se puede mantener el peso y, a la vez, activar el metabolismo.
- Reduce el uso de sal. El elevado consumo de sodio (más de 5 gramos de al día) aumenta los casos de hipertensión arterial y de riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular. A la hora de cocinar, las especies que dan sabor como la pimienta negra, el orégano, el comino o el ajo son unos grandes sustitutos.
“NUTRICIONISTA CUIDADNDO TU SALUD”