El país ya vive una crisis energética, se importa combustibles por más de 3.000 millones de dólares por año y se exporta gas natural por menos de 2.000 millones de dólares, cerca del 60% de la gasolina es importada y el 80% del diésel oil también es importado, se está restringiendo el consumo de gas natural a las industrias para generación de electricidad y consumo propio, no se está emitiendo licencias de operación para estaciones de servicio de comercialización de combustibles que disponen de licencias de construcción emitidas por el propio ente regulador, YPFB elude firmar contratos de provisión de gas con nuevas industrias al igual que ampliaciones de consumo para industrias en funcionamiento, reveló el analista económico de Tarija, Jaime Balanza.
Bolivia basa su matriz energética en el gas natural porque actualmente se tiene más de 1 millón de instalaciones domiciliarias de gas natural, más del 80% de las industrias que están dentro del área de cobertura de las redes de gas natural usan el energético, se tiene más de medio millón de vehículos propulsados con gas natural comprimido, cerca del 75% de la energía que actualmente consumimos es generada con gas natural en las plantas termoeléctricas, complementó Balanza para justificar su sugerencia de suspender la exportación de gas natural para utilizarla en el aprovisionamiento del mercado interno: “Bolivia necesita del gas natural cómo recurso energético mucho más de lo que necesita del dinero que recibe por su exportación”, señaló con énfasis.
Para Balanza, un país exportador debe disponer, en reservas probadas certificadas, al menos 15 veces su consumo agregado anual (mercado interno más exportaciones). “Estamos lejos de ese parámetro y deberíamos ingresar al manejo estratégico de reservas, suspendiendo la exportación a efectos de garantizar el consumo para el mercado interno”, recomendó el preocupado analista quien estimó que la exportación de gas natural genera un ingreso menor a 2.000 millones de dólares, pero su empleo en el país por parte del aparato productivo nacional permite generar un Producto Interno Bruto (PIB) que se encamina a los 50.000 millones de dólares.
La producción de gas natural está en caída, el grueso de los líquidos que mandamos a las refinerías como materia prima no es petróleo es el condensado que se extrae del gas en las plantas separadoras de líquidos, es decir que está cayendo nuestra producción de gas y también de líquidos y no se avizora un punto de inflexión, afirmó el economista, quien advirtió que Bolivia ya vive una aguda crisis energética que está comprometiendo inclusive la producción de alimentos.
Entretanto, Balanza, en contraposición a la presencia de coches eléctricos, “es inaceptable que el parque automotor que consume gasolina y diésel haya crecido desmedidamente, el 2003 teníamos 500.000 vehículos registrados en el RUAT, el 2010 pasamos a 1.100.000 vehículos y el 2023 a 2.500.000 vehículos, cada vehículo fósil que se importa es una nueva boca que alimentar de por vida e implica además la salida de un significativo monto en dólares”, dijo.
Por crisis energética
El país debe suspender la exportación de gas
> Este energético debe servir para autoabastecer el mercado interno que incrementó su tamaño y la declinación acelerada de las reservas existentes, según el analista económico, Jaime Balanza.
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