Parlamento alemán rechazó ayer un proyecto de ley de la oposición para endurecer la política de inmigración, dos días después de que los conservadores de la Unión de democristianos y socialcristianos bávaros (CDU-CSU) fueran acusados por primera vez de romper el cordón sanitario a la extrema derecha al votar junto a los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) una resolución no vinculante para cerrar las fronteras a los solicitantes de asilo.
Un total de 693 diputados emitieron su voto, de los cuales 338 se pronunciaron a favor y 350 en contra, mientras que cinco se han abstenido. Durante el debate, se habían posicionado a favor los diputados de la CDU, AfD, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) y los Liberales, que suman 372 diputados, suficientes para sacar adelante el proyecto de ley. Sin embargo, hubo diputados de estas formaciones que se votaron finalmente en contra.
En las propias filas conservadores 12 diputados decidieron no votar y en la bancada de los liberales dos votaron en contra, cinco se han abstenido y 16 no votaron.
La posibilidad de que un proyecto de ley fuera aprobado por primera vez con los votos de la AfD, que se sitúa segunda en las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones generales del próximo 23 de febrero por detrás de los conservadores, causó la movilización de buena parte de la población civil y protestas contra los democristianos de Friedrich Merz.
El miércoles el Parlamento aprobó una resolución no vinculante propuesta por los de Merz encaminada a cerrar las fronteras a los demandantes de asilo que contó con los votos de la AfD. Los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz condenaron lo que consideran la “ruptura de un tabú”, en referencia a la cooperación con la extrema derecha por primera vez, y la excanciller conservadora Angela Merkel calificó la maniobra de “error”.
SOCIALDEMÓCRATAS Y LOS VERDES
El jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Rolf Mützenich, asegura que se trata de una doble derrota para el líder conservador, Friedrich Merz, porque fracasó en su acercamiento a la AfD y no consiguió la mayoría en la Cámara Baja que realmente podría haber tenido. Ha mencionado las tres docenas de votos que le faltaron a Merz “de esta nueva coalición con la AfD” y dio las gracias a aquellos diputados del grupo parlamentario conservador que tuvieron” la talla, la convicción y la actitud” de no votar.
El líder conservador, por su parte, lamentó que el proyecto de ley no haya salido adelante, aunque expresó su respeto por la decisión de los 12 diputados que no votaron. Además, defendió que el cambio en materia de política de asilo que perseguía el texto “ha fracasado por culpa de los socialdemócratas y los verdes”. El verdadero ganador esta semana, según Merz, fue el parlamentarismo alemán, con “un debate muy acalorado”, pero que en su opinión no perjudicó al Parlamento.
Los tres puntos esenciales del proyecto de ley eran el fin de la reagrupación familiar para algunos tipos de refugiados, la reintroducción en la ley de residencia del objetivo de limitar la migración y la ampliación de las competencias de la policía en el cumplimiento del derecho de residencia.
Entretanto, el jueves miles de personas se manifestaron en Berlín delante de la sede de la CDU en protesta por su decisión de tolerar el apoyo de la extrema derecha. De acuerdo con el medio alemán Tagesspiegel, los manifestantes corearon lemas como “Merz debe irse” y “todos unidos contra el fascismo”. (RTVE.es)