Palabras del día:
“El tamaño y la bellezas de los pensamientos influyen en el estado de nuestra vida”
Los pensamientos de los seres humanos tienen estructura visual y estructura auditiva y en este artículo vamos a ocuparnos exclusivamente de la estructura visual.
Nuestros pensamientos a lo largo del día tienen tamaño y la mayor parte de las personas no nos damos cuenta de esta condición.
El tamaño anormal, grande o fuera de toda proporción de un pensamiento, produce una reacción de nuestra mente subconsciente o mente inconsciente y esa reacción produce el estado de ánimo habitual y en consecuencia el carácter predominante de las personas.
Cuando aprendemos a achicar nuestras imágenes mentales de manera voluntaria y comprometida, nuestros estados de ánimo se vuelven más positivos y nuestro carácter más agradable, menos negativo y menos agresivo.
Las palabras que hablamos, tanto con la mente como con la boca, van formando imágenes mentales. Utilizando esta cualidad del mecanismo humano podemos aprender a achicar todas las imágenes que vamos pensando sin perder datos ni información, y una vez que hemos conseguido achicar las imágenes mentales de nuestro proceso mental, podemos comprobar que podemos achicarlas de muchas maneras y en muchas medidas y proporciones.
Los beneficios de este ejercicio que hoy vamos a aprender son sorprendentes y sumamente agradables, pues cuando una persona tiene mal carácter no es agradable estar o permanecer a su lado; sin embargo, cuando el carácter se dulcifica y se vuelve agradable, accesible y razonable, la presencia de dicha persona se convierte en una fuente de bienestar, de paz y de alegría familiar.
Vamos al primer ejercicio para aprender a achicar nuestras imágenes mentales.
Busque en su memoria la imagen de algún ser querido que tiene algún problema de actitud o de carácter; una vez que tenga la imagen de dicha persona en su mente, proceda a decirle a dicha imagen: «achícate, achícate más hasta que yo te lo diga» y repita la instrucción tantas veces como sea necesario hasta que la imagen mental realmente se achique y recién notaremos cómo nuestra mente subconsciente va obedeciendo y achicando dicha imagen mental; podemos decirle a la imagen: «imagen mental achicada: vuélvete nítida y pon otra imagen comparativa a tu lado como una botella de refresco o una caja de fósforos para evidenciar que tu tamaño cambió».
Puede usted querido lector, achicar la imagen de un pariente no muy agradable, la imagen de su pena, de su preocupación o de su sufrimiento si decide aprender la técnica de «achicamiento de imágenes mentales».
Un efecto sorprendente del acto de achicar imágenes mentales es la soltura y relajación que se obtiene en el cuerpo físico, la mala actitud desaparece y la sonrisa hace su aparición; así que ya lo sabe, puede dedicarse a achicar muchas imágenes mentales desagradables y verá solo resultados positivos y muy agradables; si aprende bien el ejercicio hasta podrá enseñarlo a sus seres queridos que estén dispuestos a aprenderlo. Nos vemos en el siguiente artículo que se publica en su periódico preferido, EL DIARIO de Bolivia.
PD. Quiero recordarle que si colecciona estos artículos tendrá un pequeño libro de herramientas de Poder Personal que podrán servirle y ayudarle cuando más lo necesite y si lo desea, podrá tener una sesión de charla personal conmigo, saludos.