En días pasados el equipo de Redacción de la BBC de Londres escribió sobre los destinos turísticos más importantes del mundo para visitarlos en este 2025. Llamó la atención que incluyeran a nuestro país entre los tres mejores destinos turísticos de Latinoamérica. La propuesta señala: Incluso aunque ya hayas contemplado las estrellas en el Salar de Uyuni (el más grande del mundo) y hayas caminado sin aliento por la montañosa capital de La Paz (la más alta del mundo), Bolivia merece una visita en 2025. Este agosto se conmemora el 200 aniversario del país y se celebra con eventos y atracciones durante todo el año en las nueve capitales de sus regiones. Bolivia tiene la mayor proporción de población indígena en América del Sur, con aproximadamente dos tercios de la población directamente relacionada con los habitantes originales de la zona. Dice mucho más, pero para muestra basta un botón. Gracias a la BBC por la mención.
Los corchos. Carla Angola, en “Destacadas”, escribió sobre los angustiantes problemas del pueblo venezolano por la dictadura de Nicolás Maduro. Ella dice: “cuando reacciones iracundo al escuchar que alguien te diga que esto no ha pasado porque no hemos hecho suficiente, créele. Porque solo haremos suficiente cuando logremos ser libres. Decía Henry Ford que quienes renuncian, suelen ser más numerosos que quienes fracasan; quien renuncia fracasa mucho antes. Y no es cierto que uno pueda renunciar a ser libre; esa verdad y esa necesidad te van a acosar cada minuto de tu vida”. Ahora en Navidad, mi querido amigo, César Miguel Rondón, manifestaba: «Los venezolanos somos como un corcho, tenemos infinidad de propiedades, somos ligeros, somos elásticos, somos resistentes al desgaste, absorbemos el golpe, por más ganas que tengan de hundirnos en el fondo, en las entrañas del mar, siempre de una manera inevitable y categórica volveremos a salir disparados hasta regresar a la superficie».
Chau X. En Radios Libres, de Radialistas Apasionados, dicen: “una arremetida neoconservadora, colonial, misógina, homofóbica y racista que se extiende y contagia por todo el planeta. Los más ricos del mundo han dejado de creer en la democracia y como son, al mismo tiempo, dueños de las principales plataformas tecnológicas de información y comunicación, están empleando estas herramientas para instaurar sus ideas. Hace dos años, cuando Musk compró Twitter, ya reflexionamos sobre las implicaciones que tendría para los medios comunitarios la adquisición de esta red social privativa por parte del magnate. ¿Qué hacer? Abandonarlas definitivamente y usar otras que sintonicen con los principios que defendemos. Dile chau a X”.
Son temas de actualidad que originan diversos comentarios.
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