La discalculia es un trastorno del aprendizaje específico, que afecta la capacidad para comprender y manejar conceptos numéricos y matemáticos. Detectar a estudiantes con discalculia en unidades educativas es esencial para proporcionar el apoyo adecuado y garantizar que puedan desarrollar sus habilidades matemáticas. A continuación, describimos algunos métodos y estrategias que pueden ayudar a identificar a los estudiantes que podrían estar experimentando discalculia.
1) Observación del rendimiento académico en matemáticas. Uno de los primeros indicios de discalculia es el bajo rendimiento en matemáticas, en comparación con otras áreas del aprendizaje. Los estudiantes con discalculia a menudo muestran dificultades significativas en habilidades matemáticas básicas, como sumar, restar, multiplicar o dividir. También pueden tener problemas para comprender conceptos matemáticos más abstractos, como fracciones, porcentajes o ecuaciones. Los maestros deben estar atentos a los siguientes signos:
• Errores persistentes en cálculos básicos: Los estudiantes pueden cometer errores repetidos en cálculos que ya deberían haber aprendido.
• Incapacidad para memorizar secuencias numéricas: Como tablas de multiplicar, que otros estudiantes memorizan con relativa facilidad.
• Confusión con los signos matemáticos: Dificultad para distinguir entre sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.
• Problemas con el sentido numérico: Dificultad para comprender la magnitud de los números o para estimar cantidades de manera aproximada.
2) Evaluaciones formales y pruebas específicas. Hay pruebas y evaluaciones diseñadas específicamente para identificar dificultades en el aprendizaje matemático, incluidas las asociadas con la discalculia. Estas pruebas pueden ser administradas por psicopedagogos o especialistas en educación, para evaluar el rendimiento del estudiante en diversas áreas matemáticas. Algunas de las evaluaciones incluyen:
• Pruebas de razonamiento matemático: Evalúan la capacidad para resolver problemas matemáticos que requieren comprensión conceptual.
• Pruebas de cálculo: Se enfocan en la habilidad para realizar cálculos aritméticos, tanto mentales como escritos.
• Evaluaciones de habilidades numéricas: Miden la comprensión de los números y la capacidad para manipularlos en diferentes contextos.
3) Observación del comportamiento en el aula. El comportamiento del estudiante en el aula puede ofrecer pistas adicionales sobre la discalculia. Los estudiantes que luchan con las matemáticas pueden mostrar signos de frustración, ansiedad o falta de interés en las actividades matemáticas. Pueden evitar tareas matemáticas o mostrarse inquietos cuando se les pide que participen en actividades que implican números.
Conclusión. Detectar la discalculia en estudiantes de unidades educativas requiere una combinación de observación, evaluación formal, y colaboración entre maestros, padres y especialistas. Al identificar a los estudiantes que podrían estar experimentando discalculia, es posible implementar intervenciones específicas que los ayuden a superar sus dificultades y a alcanzar su máximo potencial en el área de matemáticas.
Detección de discalculia en estudiantes
Sandra Huayhua Condori
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