El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, alertó al público sobre una estafa en la que impostores utilizan inteligencia artificial para clonar su voz y solicitar fondos a empresarios ricos. Los estafadores se hacen pasar por Crosetto y afirman que necesitan financiación urgente para pagar el rescate de periodistas supuestamente detenidos en Oriente Medio, presentándolo como una cuestión de seguridad nacional.
Entre los objetivos de la estafa se encontraban personalidades como Giorgio Armani, Patrizio Bertelli y la familia Beretta. Aunque la mayoría de los intentos no tuvieron éxito, el multimillonario Massimo Moratti reveló que había transferido una suma no revelada después de ser contactado. La policía italiana aún no ha identificado a ningún sospechoso, y los avances tecnológicos han facilitado este tipo de estafas, que según la ONG Global Anti-Scam Alliance, causan pérdidas anuales de más de un billón de dólares.