La noticia de las últimas semanas es, sin dudas, la intención del gobierno de concretar un acuerdo con China para la explotación del litio boliviano. El problema radica en que este “negocio” deja a Bolivia en una situación de pérdida y vulnerabilidad. Si los ineptos de la Asamblea Legislativa logran que el acuerdo con China se “cierre”, el litio boliviano será entregado, despidiéndonos así de los beneficios de este recurso.
El MAS todavía tiene el descaro de hablar del “imperio” y la soberanía de los pueblos, cuando en todos sus gobiernos Bolivia jamás ha podido decidir su destino por su cuenta. Políticamente, somos un títere de Venezuela y Cuba. Económicamente, estamos endeudados con muchos países, pero sobre todo con China, un país “generoso” en la hora de dar préstamos, pero cuando se trata de cobrarlos, es totalmente implacable.
En artículos previos, advertí que la influencia china en Bolivia era cada vez más grande y que la evidente subordinación del gobierno del MAS, les permite actuar a su libre albedrío. No por nada, hace un tiempo se hablaba de hacer circular el yuan en nuestro territorio, una clara intromisión en la política monetaria que solo causaría más dependencia de Bolivia hacia China. De igual forma, múltiples empresas chinas están en nuestro país y se caracterizan por sus tratos salvajes a nuestros compatriotas. El “derecho del trabajador”, defendido por el MAS, no existe cuando se trata de China. Para rematar, está este tema con el litio, un acuerdo que solo le traerá a Bolivia pérdidas y a China beneficios.
No es que esté en contra de China, es más, tengo gran respeto hacia Xi Jinping y la política china adoptada desde la muerte de Mao Zedong. Después de la muerte de este dictador, China abandonó el socialismo para pasar a una política económica ultra capitalista, que le permitió desarrollarse de manera monstruosa y que lo tiene compitiendo codo a codo con Estados Unidos. En términos políticos, se optó por una política nacionalista para dejar atrás la vergüenza histórica que les significó a los chinos el Siglo XIX, lo que les ha permitido construir estrategias geopolíticas ambiciosas, como “la nueva ruta de la seda” y recuperar antiguos territorios.
China puede ser un aliado interesante, siempre y cuando nos veamos como iguales y el trato sea cauteloso. No como el MAS, que le ha pedido favores hasta más no poder y ahora tiene deudas enormes que hay que pagar. Y como no se tiene cómo, pues buscarán apropiarse de nuestros recursos e imponer su moneda. Esto lo han vivido muchos países africanos, quienes se han sometido económicamente a China y ahora son sus subordinados, entregándoles sus bienes y recursos, en muchos casos. Hay que evitar esta situación a toda costa y tratar de romper la “cadena” que el MAS ha creado para que China nos domine. Repito, no estoy en contra de China, pero creo que, si el MAS sigue haciendo negocios con este país, perderemos la soberanía de manera total. Paguemos nuestras deudas a como dé lugar y dejemos el tema económico con China congelado por un tiempo. Cuando aparezca un nuevo gobierno, con una visión clara de país, capaz de realizar negocios con China, en los que ambos países se beneficien mutuamente, entonces sí se podrá hablar de “negocios”.
Los contratos que el MAS quiere aprobar en la Asamblea Legislativa son un atentado contra Bolivia y su soberanía. Juegan con nuestro futuro y, en este momento, con nuestro recurso más valioso. No se puede permitir la aprobación de estos contratos; sería algo totalmente inaudito y terminaría de hundir a Bolivia.
Los legisladores que busquen aprobar estos contratos deben ser juzgados con una dureza ejemplar, por traición a la patria y daños económicos al Estado. Además, se debería “extender” las penas máximas de estos delitos para casos como estos. ¡Basta de impunidad para los nefastos socialistas y sus funcionales!
A toda costa se debe evitar la entrega del litio a China
Fabian Freire
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