miércoles, marzo 12, 2025
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El canto como estrategia pedagógica

Sandra Huayhua Condori

El canto, como estrategia pedagógica, es una herramienta eficaz para la enseñanza de la lectura y la escritura en diversos niveles educativos. Integrando música y palabras, el canto estimula el aprendizaje de manera lúdica y participativa, facilitando la comprensión y expresión de los estudiantes. Esta metodología no solo hace que el aprendizaje sea más atractivo, sino que también aprovecha los recursos cognitivos que la música ofrece, como la memoria, la atención, la emocionalidad y la creatividad.
En primer lugar, el canto promueve el desarrollo de habilidades lingüísticas, ya que, al cantar, los estudiantes se familiarizan con el ritmo, la entonación y la pronunciación de las palabras. Al mismo tiempo, favorece la segmentación de palabras y frases, lo que facilita la adquisición de la lectoescritura. De esta manera, los niños logran reconocer patrones fonológicos y ortográficos de forma más natural, sin la rigidez de una enseñanza tradicional.
Además, el canto es una herramienta motivadora y emocionalmente atractiva. La música, al ser un estímulo que evoca emociones, permite que los estudiantes se conecten de manera más profunda con el contenido y con el proceso de aprendizaje. Este componente afectivo facilita la integración de nuevos conocimientos, pues los estudiantes tienden a recordar más fácilmente lo que les genera placer y satisfacción.
El uso del canto también promueve la interacción social, ya que se puede realizar actividades en grupo, donde los estudiantes compartan su aprendizaje y disfruten de la experiencia colectiva. De esta forma, se favorece el trabajo colaborativo, la comunicación y el desarrollo de habilidades sociales, elementos esenciales en el proceso educativo.
Las letras de las canciones pueden servir como textos auténticos para la práctica de la comprensión lectora. Después de escuchar una canción, los estudiantes pueden analizar las letras, identificar palabras clave, extraer información relevante y responder preguntas sobre el contenido de la canción. Esto ayuda a desarrollar habilidades de comprensión lectora.
Por otro lado, el canto ofrece una oportunidad para trabajar la escritura de forma contextualizada. Al crear canciones o modificar letras, los estudiantes experimentan con la estructura de los textos, mejorando su capacidad para crear, organizar y expresar ideas de manera coherente. Además, las letras de las canciones, muchas veces cargadas de significados simbólicos, permiten trabajar temas de interés general, fomentando la reflexión y la crítica constructiva.
En conclusión, el canto como estrategia pedagógica en la enseñanza de la lectura y escritura ofrece múltiples beneficios. Además de mejorar las habilidades lingüísticas, favorece el aprendizaje emocional y social de los estudiantes, convirtiéndose en una herramienta versátil y atractiva para los docentes. A través de su aplicación, se puede transformar el proceso educativo en una experiencia más dinámica y enriquecedora.

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