Por. Lic. Héctor Molina
Recordemos que…
Una conferencia es una presentación formal, generalmente oral, en la que una persona (el conferenciante) comparte información, ideas o conocimientos sobre un tema específico ante un grupo de personas (la audiencia). Puede ser de corta duración o extenderse varias horas, y se puede llevar a cabo en diversos formatos, como una presentación en PowerPoint, una demostración práctica o una combinación de ambos.
Conferencias de antes vs. Conferencias de hoy
Existen algunos cambios significativos entre las conferencias de antes y las del presente, según especialistas de psicología y lenguaje.
Conferencias de antes
- Énfasis en el contenido. El foco principal era transmitir información. El orador era el experto que compartía su conocimiento con una audiencia pasiva.
- Formato tradicional. Predominaba la presentación lineal, con el orador hablando desde un estrado y la audiencia escuchando en silencio.
- Poca interacción. La participación del público era limitada, generalmente relegada a preguntas al final de la presentación.
- Oradores solemnes. El estilo de comunicación solía ser formal y distante, con un tono serio y poco contacto visual.
- Recursos limitados. Se utilizaban pocos recursos visuales, como diapositivas con texto o imágenes estáticas.
Conferencias de ahora
- Experiencia inmersiva. Se busca crear una experiencia memorable para el público, combinando información, entretenimiento e interacción.
- Oradores dinámicos. Los oradores modernos son comunicadores hábiles que utilizan técnicas de storytelling, humor y lenguaje corporal para conectar con la audiencia.
- Participación activa. Se fomenta la interacción a través de preguntas, encuestas, dinámicas grupales y redes sociales.
- Contenido personalizado. Se adapta el mensaje a las necesidades e intereses del público, utilizando ejemplos relevantes y estudios de caso.
- Tecnología innovadora. Se incorporan recursos visuales y multimedia, como videos, animaciones, realidad virtual y aplicaciones interactivas.
¿Por qué estos cambios?
- Mayor competencia. La gran cantidad de información disponible hace que sea más difícil captar la atención del público.
- Nuevas generaciones. Las audiencias actuales son más participativas y demandan experiencias interactivas.
- Avances tecnológicos. Las herramientas digitales ofrecen nuevas posibilidades para crear presentaciones más atractivas y dinámicas.
¿Qué implicaciones tienen estos cambios?
- Para los oradores. Requiere desarrollar nuevas habilidades, como el storytelling, el manejo de la tecnología y la interacción con el público.
- Para el público. Implica un rol más activo, participando en debates, compartiendo opiniones y utilizando herramientas digitales.
- Para los organizadores. Exige crear eventos innovadores que ofrezcan una experiencia única y memorable.