La justicia envío a la cárcel de San Pedro por cinco meses con detención preventiva al joven de 20 años que confesó haber quitado la vida al dirigente indígena de la comunidad Torehua e integrante de la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (Cipla), Francisco Marupa, de 67 años.
“La autoridad jurisdiccional, mediante resolución fundamentada, determinó la existencia de suficientes elementos de convicción que señalan a Julio L. T. como autor del delito de homicidio”, señala un comunicado del Ministerio de Justicia.
Aunque varias organizaciones ambientalistas denunciaron que el caso podría relacionarse con la minería ilegal, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, descartó esta versión y aclaró que el crimen tuvo móviles personales por una rencilla entre la víctima y el presunto homicida.
La Policía señaló que el joven confesó haber asesinado a Marupa por diferencias personales, pues el dirigente lo habría encontrado robando en sus sembradíos. El comandante de la fuerza anticrimen, Walter Sossa, detalló que Julio cometió el crimen luego de que Marupa lo encontrara robando otra vez y lo amenazara para que no vuelva.
“Este joven de 20 años está vinculado en el asesinato de esta persona. En una entrevista, esta persona nos manifiesta que fue sorprendida en dos oportunidades en el domicilio de la víctima, por lo cual fue echado y amenazado para que no retorne, (lo que) derivó en el asesinato”, informó Sossa.
La Policía continúa investigando el caso y se indagará la participación de otras personas en este crimen, registrado el 14 de febrero en la localidad de Torehua, en la provincia Abel Iturralde al norte de La Paz.
Tras el asesinato, circularon versiones que relacionaron el hecho con un ajuste de cuentas o con la minería ilegal. El presunto autor fue capturado por los propios comunarios al día siguiente del hallazgo del cuerpo.