La Unión Europea (UE) ha dejado claro que no levantará las sanciones impuestas a Rusia, incluso si Estados Unidos decide hacerlo. Según el Comisario Europeo, Valdis Dombrovskis, la UE seguirá una política de sanciones independiente y está trabajando en un nuevo paquete de restricciones que se centrará en el sector energético ruso.
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, afirmó que el objetivo de las nuevas sanciones es «obligar a Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones» y aumentar el costo de la guerra para Moscú.
La UE también ha anunciado que las sanciones se dirigirán a los países que faciliten la omisión de las restricciones. Esta decisión refleja la determinación de la UE de mantener la presión sobre Rusia hasta que se resuelva el conflicto en Ucrania.