La falta de emisión de certificados de abastecimiento interno, requisito para autorizar las exportaciones, ha paralizado el comercio del grano y genera preocupación en el sector.
El presidente de Anapo, Fernando Romero, advirtió que la incertidumbre generada por la restricción a la exportación de soya podría llevar a los compradores internacionales a optar por proveedores en Brasil, Paraguay o Argentina, lo que pondría en peligro el acceso de Bolivia a estos mercados.
Romero destacó que la imposibilidad de cerrar contratos con clientes extranjeros deja a los productores sin referencias claras de precios, afectando tanto la comercialización externa como el valor de la soya en el mercado local.
Con la cosecha de verano 2024-2025 en marcha, la incertidumbre se profundiza, mientras el sector agrícola espera una respuesta del Gobierno para garantizar estabilidad y fomentar la producción.