sábado, febrero 22, 2025
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Las paradojas de la política

Es preciso observar la doble conducta de los políticos del Estado Plurinacional en lo que se refiere a la orientación real y la política aparente que desarrollan en todos sus discursos, documentos y en la práctica diaria. Pareciera que esa forma de mostrar las cosas es un señuelo hábilmente preparado para conducir al país a un destino desconocido.
Es necesario decirlo a calzón quitado. Esos políticos dicen una cosa, pero practican algo completamente contrario a lo que enuncian. En esa forma, algunos sectores oficialistas se prestan a apoyar esa verdadera inconducta que lleva al país al abismo. Se repite así la leyenda se Sísifo, personaje mitológico que durante toda su vida debía empujar un gigante peñasco hasta la cumbre y en cuanto llegaba, se precipitaba de nuevo al fondo de un valle.
Al respecto, los ejemplos históricos son numerosos. Los liberales del Siglo XIX afirmaron que luchaban contra el comunitarismo y llevaron a Bolivia a un feudalismo rampante. Por otro lado, dieron que iban a independizar al país y lo condujeron al coloniaje. Más tarde, aparecieron los socialistas y sostuvieron que iban a conducir al país al socialismo, pero, en los hechos, lo que hicieron fue restaurar el coloniaje. Dijeron que luchaban contra los partidos restauradores del antiguo régimen, pero, en el momento de la verdad, lo que hicieron fue devolver el poder a la oligarquía colonial y cogobernar con ella, para restaurar el pasado.
En otra oportunidad, hubo nacionalistas que levantaban la bandera de la nación soberana e independiente. No obstante, en cuanto tuvieron la oportunidad de gobernar, arrasaron el nacionalismo y restauraron al caduco régimen colonial. También afirmaron que luchaban por el socialismo y pusieron en el gobierno a la ultra derecha. A pesar de repetir el error varias veces, volvieron a su empeño original, al decir que iban a hacer avanzar la historia, pero en realidad lo que hicieron fue hacerla retroceder.
En el caso actual, los flamantes “masistas” en el poder, se consideraron abanderados del avance histórico y se llamaron izquierdistas. Sin embargo, en la práctica, lo primero que hicieron fue arraigar sus banderas, llegar al gobierno y actuar como derechistas. En efecto, los llamados izquierdistas fueron los mejores ejecutores de las políticas de derecha y eso está a la vista. Hoy vemos izquierdistas de palabra, pero en los hechos son agentes de la derecha.
Lamentablemente, ese controvertido comportamiento político es el denominador común de la historia boliviana desde hace más de cien años.

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