Queridos lectores, el Carnaval, que hoy asociamos con desfiles, disfraces y festines, tiene raíces que van mucho más allá del cristianismo. Su origen se encuentra en las antiguas festividades paganas romanas, como las Saturnales y Lupercales, donde la gente celebraba la fertilidad, la abundancia y el fin del invierno con grandes banquetes y permisividad social.
Con la llegada del cristianismo, la Iglesia absorbió estas festividades y las transformó en una celebración previa a la Cuaresma, el periodo de 40 días de ayuno y penitencia antes de la Pascua. Así nació el martes de Carnaval o Mardi Gras, también conocido en Polonia como Tłusty Czwartek o «Jueves Gordo», la última oportunidad para disfrutar de alimentos ricos en grasa y azúcar antes de las restricciones cuaresmales. Continuando nuestro viaje culinario, nos vamos justamente hasta Polonia.
Cuando se acerca el Carnaval, las calles de Polonia se llenan de un aroma inconfundible: el de los pączki, esos deliciosos bollos fritos, dorados y rellenos de mermelada que marcan la última gran celebración antes de la Cuaresma. Aunque hoy en día se disfrutan en diversas partes del mundo, especialmente en comunidades polacas de Estados Unidos como Chicago y Detroit, su historia se remonta a siglos atrás, ligada a una tradición de indulgencia antes del tiempo de penitencia.
Los pączki tienen una historia que se remonta a la Edad Media. Originalmente, eran bollos salados, rellenos de carne o grasa de cerdo, consumidos en las cortes y aldeas polacas como símbolo de prosperidad. Sin embargo, con la llegada del azúcar y la influencia de la repostería francesa en los siglos XVI y XVII, la receta evolucionó hacia una versión dulce, más parecida a la que conocemos hoy.
El refinamiento definitivo de los pączki se dio en el siglo XVIII, cuando los panaderos comenzaron a elaborarlos con masas más esponjosas, gracias a la incorporación de levadura y mantequilla. Además, se popularizó el relleno de marmolada z dzikiej róży (mermelada de rosas silvestres), un toque distintivo que sigue siendo el más tradicional.
En Polonia, la creencia popular dice que quien no coma al menos un pączek durante el Tłusty Czwartek tendrá mala suerte el resto del año. Por ello, las panaderías se llenan de largas filas de personas que buscan estos dulces, que hoy en día pueden encontrarse en una gran variedad de sabores: desde mermelada de ciruela hasta crema de vainilla, chocolate o dulce de leche.
Con el tiempo, los pączki trascendieron fronteras y se convirtieron en un símbolo de la comunidad polaca en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde cada «Fat Thursday» o «Fat Tuesday» es motivo de grandes celebraciones en ciudades con alta población polaca.
Así que, queridos lectores, cada vez que muerdan un pączek, al terminar la receta de hoy, no solo disfrutarán de un postre delicioso, sino que también formarán parte de una tradición centenaria que une la historia, la indulgencia y la cultura de Polonia. Un verdadero festín antes de la llegada del ayuno.
Buen provecho o como se diría en polaco ¡smacznego!
PĄCZEK
(Polonia)
Ingredientes:
(Para 12-15 pączki)
Para la masa:
500 gr de harina de trigo
7 gr de levadura seca (o 20 gr de levadura fresca)
250 ml de leche tibia
80 gr de azúcar
80 gr de mantequilla derretida
2 yemas de huevo + 1 huevo entero
1 cucharilla de esencia de vainilla
1 cucharilla de ron (opcional, ayuda a que absorban menos aceite)
1 pizca de sal
Para el relleno (opcional):
Mermelada de rosas silvestres (tradicional) o de ciruela, fresa o frambuesa
Crema pastelera o chocolate (para versiones más modernas)
Para freír y decorar:
Aceite de girasol (suficiente para freír)
Azúcar glas para espolvorear
Preparación:
En un bowl grande, mezclar la levadura con la leche tibia y una cucharilla de azúcar. Dejar reposar 10 minutos hasta que burbujee.
Añadir el azúcar restante, las yemas, el huevo, la vainilla y el ron. Mezclar bien. Incorporar la harina poco a poco y amasar hasta que la mezcla sea homogénea. Agregar la mantequilla derretida y la sal. Continuar amasando hasta obtener una masa elástica y suave.
Cubrir con un paño limpio y dejar reposar en un lugar cálido durante 1-1.5 horas, hasta que doble su tamaño.
Sobre una superficie enharinada, extender la masa hasta que tenga 1.5 cm de grosor. Usar un vaso o cortador redondo para formar discos de unos 6-8 cm de diámetro.
Si quiere rellenarlos antes de freír, colocar una cucharilla de mermelada en el centro de la mitad de los discos y cubrirlos con otra capa de masa, sellando bien los bordes. Si prefiere rellenarlos después, freírlos sin relleno y usar una manga pastelera para inyectarlo una vez fríos.
Colocar los pączki en una bandeja enharinada y dejar reposar otros 30-40 minutos hasta que aumenten su tamaño.
Calentar el aceite en una sartén profunda a 170-175°C. Fría los pączki en tandas de 2-3 minutos por lado, hasta que estén dorados y esponjosos. Usar una espumadera para retirarlos y colocarlos sobre papel absorbente.
Servir:
Cuando estén tibios, espolvorear con azúcar glas o cubrirlos con un ligero glaseado de azúcar.
Nota:
Para que queden más esponjosos, asegúrese de respetar los tiempos de levado y no añadir demasiada harina al amasar.
Si prefiere hornearlos, que sea a 180°C durante 15-18 minutos y pincelarlos con mantequilla derretida antes de espolvorear el azúcar.
Otros rellenos deliciosos: dulce de leche, crema de vainilla o incluso compotas caseras.
¡Disfruten de estos auténticos pączki y celebren el Carnaval con el mejor sabor de Polonia!
Queridos lectores hasta la próxima cucharada de sabiduría gastronómica y no olviden que:
“La gastronomía hecha con amor, física, química y biológicamente sabe mejor”
Chef Franz R. Arandia Belmonte
Gastrónomo Profesional e Investigador Gastronómico
Facebook Fan Page: Chef Araña
Facebook: Paladar Mundial Un Gusto Surreal
Blog: Gastrobiologia.wordpress.com
Instagram: Arana_del_monte
Tik tok: chef.aranha
