Se espera que este año el Carnaval de Río de Janeiro alcance un récord, con alrededor de 53 millones de visitantes en todo Brasil, un 8% más que el año pasado. Este crecimiento se ve favorecido por el buen desempeño de la economía local, impulsada por el auge de las exportaciones de granos. Entrevista a Alex Agostini, economista jefe de la agencia de clasificación de riesgos Austin Rating.
El viernes comenzó el famoso Carnaval de Río de Janeiro en Brasil. Serán días de samba, desfiles, alegría, baile y mucho color hasta el 8 de marzo. Este año, el carnaval promete ser uno de los más lucrativos de la última década, con una proyección de ingresos de 2.110 millones de dólares.
«El resultado del Carnaval en Río de Janeiro, así como el de otras regiones del país, depende del desempeño de la economía nacional el año anterior. Brasil experimentó una recuperación económica muy positiva desde la pos-pandemia. Entre 2021 y 2024, debe haber crecido más del 15%, con un promedio del 3,5% anual. Es un crecimiento económico muy sólido, lo que impulsará el carnaval», señala Alex Agostini, economista jefe de la agencia de clasificación de riesgos Austin Rating.
En el estado de Río, las autoridades esperan recibir a unos ocho millones de personas. Se estima que el impacto económico podría ascender a unos 1.000 millones de dólares.
«Estamos hablando de un impacto de alrededor del 5% del Producto Interno Bruto en el conjunto del país. Cuando nos referimos solo al estado de Río de Janeiro, el impacto es del 2% del PIB, ya que genera recursos en el sector turístico, en los hoteles, el entretenimiento, la visita a las atracciones turísticas, así como en el transporte y la gastronomía. Es, por tanto, un impacto significativo en la economía. Pero su efecto es aún mayor en términos de promoción de la ciudad, fomentando un flujo continuo de turistas. Esto es más importante que el impacto directo del carnaval en sí; el carnaval actúa como una vitrina para atraer visitantes extranjeros», concluyó.
Una vitrina no solo para Río de Janeiro, sino para todo el país, pues otros estados como Bahía, Pernambuco, Minas Gerais y San Pablo también tienen su propia programación.(RFI)