Después de ominoso silencio por bastante tiempo y a la voz de “levántate y anda”, las autoridades nacionales anunciaron el pasado 24 de febrero el funcionamiento del Complejo Siderúrgico del Mutún, localizado en la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz. Se estima que ese yacimiento, tiene reservas de 40.000 millones de toneladas de mineral de hierro. Se informó que, inicialmente, el complejo producirá 3.000 toneladas de acero al mes, y que implicará la creación de 700 empleos directos y más de 200 indirectos. De tal manera que esa obra industrial que cuesta más de 500 millones de dólares, por fin empieza a producir.
Ese reciente anuncio, si bien produjo un respiro de aliento, de inmediato se convirtió en un gran desaliento, pues, al mismo tiempo, se informó que la Planta de Amoniaco y Urea, ubicada en la localidad de Bulo Bulo del municipio de Entre Ríos en el departamento de Cochabamba (que costó la friolera de mil millones de dólares), paralizada desde hace tres meses, recibe tratamiento de urgencia y su recuperación tardará algunos meses más. En esa forma, el gobierno del Estado Plurinacional mientras, por un lado, tapa un agujero, por otro se encuentra con boquetes incontrolables.
En cuanto al Complejo del Mutún, cuyo funcionamiento está en una primera fase, aún no se puede adelantar conceptos de valor, a pesar de una profusa propaganda, con un costo de millones de dólares, que se refiere a producción de miles de toneladas de acero, a sustitución de importaciones de ese producto, a creación de empleos y el funcionamiento paulatino de todas las plantas establecidas, con lo que se solucionaría algunos problemas del país. Sin embargo, no se menciona que, para que el Complejo opere, requiere gas, cuya dotación está en duda por la actual crisis de energéticos en el país.
Por otro lado, diversas noticias indican que el Complejo del Mutún está en actividad, pero solo concentrando mineral de hierro con excavadoras, para exportación, aún no para industrialización, lo cual significaría que, ahora, Bolivia ha adquirido la condición colonial, por depender del neo imperialismo.
Indudablemente, nuestro país requiere de la industria de fundición de hierro y, más aún, cuando posee un yacimiento muy rico. Pero es importante que esa producción sirva para enriquecer a los bolivianos y no sea entregada a capitales foráneos, como ocurrió en otros tiempos con la plata, el estaño y, en tiempos recientes, el oro. También se espera que dicho Complejo funcione a plenitud y sin interrupciones por problemas mecánicos o por falta de insumos. Asimismo, que cuente con una óptima red de transporte, para llevar acero a los principales centros industriales del país y a los puertos para su exportación.
Por todo lo mencionado, esperamos que se cumpla con todo lo ofrecido y que la población no se deje deslumbrar solo por una intensa propaganda.
Saltó la liebre en el caso Mutún
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